La profesora habló así durante el homenaje de que fue objeto en la explanada de la presidencia y durante el cual estuvo acompañada por la presidenta del DIF Morelos, Mayela Alemán de Adame.
En la parte central de su intervención sostuvo: “Públicamente emito un perdón para los agresores y le pido a Dios que tenga misericordia de ellos; que las leyes humanas hagan lo que tengan que hacer y que la justicia de Dios se haga de manifiesto”.
Profesionista y mujer de creencias cristianas bien arraigadas, señaló al inicio de su participación: “Seguimos estando en la línea, para seguir bendiciendo a la gente que permita ser bendecida”.
Y añadió: “Gente de Temoac que hoy me escucha, yo te pido que tomes en cuenta esto para que ya no permitas más injusticias, para que permitas que tu corazón sea sensible y que cambies tu rumbo, gente de Temoac. Un rumbo para bien, un rumbo para brillar, como era el anhelo de los que cayeron el día lunes”.
Previamente, junto con la presidenta del DIF en la entidad, encabezó la primera guardia de honor en la planta baja de la alcaldía.
Para luego añadir: “Gente bonita de Temoac, mi casa sigue abierta y en la medida de mis posibilidades, estaré para apoyarles”
Y recordó a su esposo e hijo, al señalar que “me siento orgullosa de haber sido la esposa de un varón honesto, leal, que daba la vida por su prójimo. Me siento orgullosa de haber sido madre por 8 años de un niño inteligente, de un niño determinante, valiente, noble, leal, que amaba a Dios con todas sus fuerzas.
“Sé que mi esposo y él están en la presencia de ese Dios de Amor que nos ha cobijado y fortalecido a su familia de él, a la mía, a mis hijos y a mí. Gracias, gente de Temoac”, añadió.
Finalmente agradeció a los estudiantes, compañeros de su hijo fallecido y de otras escuelas, funcionarios de diversos niveles de gobierno y por supuesto, a la gente del pueblo que se dio cita. “Bonita gente de Temoac, gracias por estar compartiendo este momento con nosotros. Gracias, muchas gracias y que Dios les bendiga y en honor a mi esposo, a mi hijo y al elemento de seguridad Manlio, les pido fuertes aplausos por amor a ellos”.
Seguido de ello, los cientos, tal vez más de mil personas que se congregaron, lanzaron aplausos recordando a su alcalde.
En tanto, correspondió a la juez de Paz Edna Arivi Sánchez Sánchez fijar la postura oficial del Ayuntamiento y sostuvo: “Él creía en el Temoac de los católicos, creía en Temoac de los cristianos, en las madres solteras, en los rezos privados”.
Y añadió: “Hoy nuestro pueblo se muestra triste, porque la cobardía y el crimen se han convertido en un pan diario; y a pesar de eso, estamos seguros y seguras que el profesor Abraham quería y no sólo quería, amaba a Temoac. Este Temoac que hoy está negro por su invaluable pérdida, por la injusticia de robar su vida y la de su pequeño Isaac.
“Temoac está colérico, se siente cruel y a la vez tibio. Valiente porque en sus calles viven hombres y mujeres de buena voluntad”, agregó.
“El profesor Abraham nos deja el legado de creer en la esperanza, en el progreso, en alzar la voz para pelear contra el miedo, contra la corrupción, contra la impunidad, contra el abuso, contra el ejercicio arbitrario del poder”, señaló.
Y para finalizar, comentó: “Él declaro su amor por Temoac y estoy segura que todos y todas debemos de hacer lo mismo. Siempre le enorgulleció ser temoaquense y hoy la voz de este pueblo, de este Ayuntamiento, de estos trabajadores, sólo piden una sola cosa: justicia”.