Los comerciantes como Jesús Hinojosa y Alma Delia Silva destacaron que “los problemas que enfrenta esta nave comercial son muchos, pues desde su creación y hasta la reubicación del comercio informal –hace aproximadamente 15 años–, este espacio se ha convertido en un enorme ‘elefante blanco’ debido a que la mayoría de espacios se encuentran inactivos a lo largo del año”.
Aunque reconocieron que otro factor que impide la reactivación del CCC es la ausencia de giros comerciales variados como existen en otros mercados, además de que introducir productos perecederos representa un riesgo pues la afluencia de consumidores es mínima y las altas temperaturas que se registran en el interior hacen poco atractivo para los comerciantes el meter mercancía como verduras, legumbres y cárnicos como hace algunos años se pretendía hacer.
Los locatarios calificaron de apremiante el cambio de la techumbre, aunque esto requeriría de una inversión considerable que hasta ahora ninguna autoridad ha querido absorber; por lo que quienes trabajan sus locales a lo largo del año tienen que ingeniárselas para hacer frente a las inclemencias del tiempo.