Una vez iniciado tomó una forma propia, los ciudadanos acudieron en multitudes que eran difíciles de dispersar. Siempre hubo la posibilidad de un baño de sangre, pero el ejército que se mantuvo en una posición imparcial y no actuó contra los manifestantes y solo estuvo a la expectativa de lo que pudiera suceder.
La llamada revolución de los jóvenes entró en una nueva etapa que presenta distintas alternativas. Por un lado está la presencia del ejército, que a la renuncia de Mubarak, éste entregó el poder al Consejo Supremo del Ejército Nacional. El Presidente del Consejo el general Tantwi anunció que entregaría el poder a quien resultara triunfador en las elecciones. Es decir, el proceso de transición lo vigilará el ejército, pero seguirá siendo neutral. Sin embargo, la historia nos muestra que desde que los egipcios lucharon contra los británicos, el ejército fue fundamental y de ahí surgieron los tres líderes de la época moderna de Egipto Nasser, Sadat y Mubarak. Hay la posibilidad de que el mando castrense tuviera una vocación totalitaria. Esto es lo que veremos desarrollarse en los próximos meses.
Por otra parte los hermanos musulmanes son en realidad una incógnita. Son el único grupo organizado en el país que tiene experiencia, han estado en el Parlamento y la alternativa es obvia. ¿Serán unos musulmanes moderados o serán integristas?. Es decir, seguirán el camino de una República Islámica, siguiendo el Sharia o sea el gobierno por las élites religiosas. Aparentemente no hay el líder religioso que en estos momentos pudiera acaparar la atención de la población egipcia, pero está el ejemplo de Irán en el que tras un breve periodo de transición fueron los clérigos quienes asumieron realmente el poder y manejan el país como una República Islámica. Por otra parte, no hay gran líder o partido político que haya destacado en esta lucha, tampoco hubo posiciones ideológicas que pudieran adjudicarse el triunfo simplemente fue un gesto colectivo por el cambio.
Esta fue una revolución pacífica, los que lograron derrocar al régimen no imponen las condiciones para el régimen renovado. Para volver al principio, en su origen este movimiento fue totalmente civil y no religioso. Aunque sabemos que en el Medio Oriente la posición musulmana es fuerte, pero no todos los musulmanes son integristas. Y pudiera haber una diferencia sobre los gobiernos que han surgido de revueltas en que el Islam ha tenido una función importante. Pudiera ser que Egipto marque una tendencia diferente y esto haría una diferenciación muy clara del Islamismo de Asia Menor y el Islamismo del Norte de Afrecha.
Hay algo que es muy claro, tanto la participación de los jóvenes como la libertad de expresión se apoyaron en los nuevos medios de comunicación. Difícilmente van a claudicar a su derecho a la información y a su libertad de expresión, lo que la hará una sociedad más abierta, lo que impedirá que una fuerte tendencia religiosa o ideológica sea la que establezca las bases de la nueva sociedad.
Hasta ahora ha habido la tendencia a considerar el Islam en el sentido de Samuel Huntington (El choque de las civilizaciones), pero éste no es el caso extremo ni se utilizaron símbolos religiosos durante el conflicto. Esta revolución no se apoyó ni en un grupo político ni en un concepto religioso. Tuvo como líderes a un grupo de jóvenes que convocaron a la protesta. No hubo ni tintes ideológicos ni motivación religiosas, simplemente querían un cambio.
Esta actitud es novedosa en el Medio Oriente, no hay dogmatismos ni ideológico ni religioso, simplemente dejar atrás un sistema que los jóvenes sintieron invasivo y restrictivo. Fue en realidad una toma de conciencia en busca de una organización social que permita el desarrollo personal y les de oportunidades a estas nuevas generaciones que el régimen anterior no les ofrecía un futuro.