Aseguran que es alentador que las autoridades pretendan mejorar las condiciones de esa importante avenida, sin embargo consideraron que se ocasionarán muchos problemas con el transporte público en caso de no prever la implementación de vías alternas.
El dirigente del Frente Transportista Urbano de Cuautla, Alejandro Morales Merino, se quejó de que en la presentación del proyecto no se le permitió dar a conocer sus inquietudes y sobre todo, para proponer vías alternas. Advirtió que en caso de que no se prevea una solución al caos vial, este problema podría llegar hasta el enfrentamiento entre transportistas.
Propuso que además de quitar el estacionamiento sobre la avenida Insurgentes, se debe desahogar el flujo vehicular sobre las calles laterales, mismas que deberán ser aprovechadas como estacionamientos. “Sí me preocupa el hecho de que sean 100 días, en los cuales vamos a estar hasta agrediéndonos con las rutas que provienen de otros municipios, porque es un parque vehicular excesivo el que ellos traen.
“Nosotros somos 852 en el municipio, repartidos en todas las colonias; sin embargo, provenientes de otros municipios son alrededor de mil 400 y cada hora están haciendo una vuelta. Entonces, a ese parque vehicular habría que restringirle la entrada, de momento, durante esos 100 días. Que no entre el total; que entre una parte proporcional y que nosotros pudiéramos ayudar. También que se prolongue la avenida Gabriel Tepepa hasta el bulevar; que otros circulen por la avenida del Calvario, otros por casas GEO”, propuso.
Por su parte, Rafael Franco Melgarejo, dirigente del Movimiento 20 de Noviembre, se pronunció por exigir a la empresa constructora una garantía de vicios ocultos mayor al año al que se está comprometiendo, debido a que “si es una obra de pavimento hidráulico que debe tener una vida útil de 25 años, debería de haber una garantía de por lo menos cinco años”. Lo anterior, para evitar que su deterioro dañe más rápido las unidades del transporte.
Franco Melgarejo lamentó que los las líneas transportistas que vienen de Puebla y el Estado de México no estuvieran en la presentación de la obra debido a que son quienes provocarán la mayor problemática, debido al tamaño de sus autobuses y a la ubicación de sus terminales en el centro de la ciudad.