El director les impide las terapias al imponerles cuotas elevadas, señalan inconformes.

Cuautla.- Un grupo de adultos mayores acusó al director del balneario “Agua Hedionda”, Marcelino Espinoza Gómez, de cancelar todos los programas sociales que les permiten rehabilitarse física y mentalmente, por lo que aseguran que alrededor de un centenar de personas de la tercera edad son discriminadas y se les condena a que se deteriore su salud.

Señalan que, sin previo aviso, Espinoza Gómez les prohibió la entrada a estas personas que habitualmente acuden de las 07:00 a las 09:00 horas a nadar, como parte de sus terapias, con el argumento de que a partir de la fecha deben de pagar 85 pesos diarios, en lugar de 20 pesos, con lo que se afecta su estabilidad económica, que depende de las pensiones.

Aseguran que desde que tomó el cargo, Marcelino Espinoza (quien es respaldado por su hija, la diputada federal Brenda Espinoza López) ha mostrado incapacidad para mantener en buen estado el balneario, el cual es conocido mundialmente por las propiedades curativas de sus aguas sulfurosas y tibias, que ayudan a la rehabilitación de afectaciones de las articulaciones.

También denunciaron que, derivado de la autoridad que ha aplicado, se ha sacrificado la contratación de salvavidas, lo que pone en peligro la vida de las personas, como ocurrió el pasado 1 de diciembre, cuando una mujer de 50 años de edad se desvaneció en la alberca, la cual tuvo que se auxiliada por los propios bañistas debido a que sólo existe un salvavidas y entra tarde, igual que la única enfermera con la que se cuenta.

Aseguran que el balneario no tiene servicio médico adecuado, al carecer de equipos y materiales de curación para brindar los primeros auxilios, a pesar de que algunos han sido donados por los propios adultos mayores. A lo anterior se agrega que el elevador que es utilizado por personas en sillas de ruedas no funciona.

El resultado es la caída en los ingresos económicos por la falta de visitantes, sobre todo de turistas de otras entidades, a quienes les cancelaron las promociones que los atraía y en su lugar les impusieron tarifas estratosféricas como si este balneario tradicional fuera un parque acuático de alta gama.

La crisis económica causada por el propio director por su falta de creatividad para administrar el balneario sigue provocando atrasos en el pago de sueldos y aguinaldo a los trabajadores y, con ese pretexto, les exige ahora el pago de 85 pesos diarios por dos horas que acuden a su terapia, lo que resulta insostenible para sus bolsillos, señaló Gin Higuera Garcidueñas, una de las afectadas.

Dijo que las anteriores administraciones, privilegiaron los programas sociales para las personas de la tercera edad, así como para los infantes que acudían a entrenarse en natación en las albercas, lo cual también afectó a este deporte al ahuyentarlos con los altos cobros, por lo que las albercas ahora lucen vacías de manera permanente.

Ante dicha situación, solicitaron al gobierno del estado tomar cartas en el asunto, antes de que este balneario se deteriore por la falta de capacidad de su director que ha demostrado que no le importa la salud de las personas que acuden a terapia a esas albercas.