Un grupo de ellos, afiliados al Barzón Morelos, presentó una denuncia pública sobre la presión a que están sometidos, como el caso de Alberto Camacho Carrillo, originario de Marcelino Rodríguez, municipio de Axochiapan, quien acudió a la caja que es encabezada por una persona de nombre Pedro Solórzano, según comentó.

Él relata: “Pedí 50 mil pesos prestados y prometí pagarlos en año y medio. Pero no pude, por la situación de la crisis y los bajos precios de la cebolla y el ejote, que es lo que sembré”.

Ante la situación buscó llegar a un acuerdo y lo logró. “Platicamos con ellos y les llevamos 25 mil pesos y nos los aceptaron; luego les ofrecí 50 mil pesos mas, pidiéndoles nuestra garantía, pero no aceptaron. Pero a cambio me propusieron una reestructuración, en la cual no estuve de acuerdo, pues los intereses eran más difíciles de cumplir.

“Después, a mi esposa, como mi aval que era, la engañan con la supuesta reestructuración, pero nos dimos cuenta que son hábiles para la falsificación de firmas, pues me dijo mi esposa que ella vio la mía; pero yo jamás firmé y posteriormente la meten a la cárcel, y para recuperar su libertad pagamos 15 mil pesos.

“Además le di dos camionetas y aunque se quedó con ellas, no las tomó a cuenta; (son) una Astrovan y una Caravan, con lo que prácticamente finiquitaba yo mi cuenta.”

Y añade: “Ya contrademandamos y ellos nos amenazan porque dicen tener tres abogados”.

Otro de los casos es don Bernabé Sánchez Díaz, quien hoy cuenta con 74 años de edad y cometió el error de pedir un préstamo por 65 mil pesos, de los cuales ha aportado a manera de pago 20 mil 473; pero para su sorpresa, su deuda hoy es de 216 mil pesos.

El grupo le mandó una notificación en la cual es informado que tomará posesión de su casa, construida en un terreno de 380 metros cuadrados, por no pagar la deuda de los recursos usados para sembrar elote y pagar otra deuda.

Verdaderamente preocupado establece: “Desgraciadamente, el campo nos ha dejado en la miseria y yo ya estoy grande, dónde voy a poder pagar esos más de 200 mil pesos; y ya me amenazaron que me van a quitar la casa. Estamos en cartera vencida, pero a esa gente no le interesa”.

También Gilberto Domínguez Camacho, vecino de Marcelino Rodríguez, en el municipio de Axochiapan, señala que pidió un crédito por 22 mil pesos, de los cuales pagó 10 mil.

En este sentido, recuerda: “El resto lo reestructuramos y quedé debiendo 57 mil. Por lo que hicimos un convenio en Cuernavaca y me quedó en 40 mil pesos. Pero en el convenio del 9 de mayo, yo no firmé ningún documento; sin embargo, ellos muestran un documento que supuestamente firmé”, denuncia.

Al igual que el resto de las personas, usó el dinero para la siembra; en su caso, de ejote y maíz.

También al grupo que realizó la denuncia se sumó Julián Olivar Cerezo, vecino de Tetelilla, quien pidió 50 mil pesos y su cuenta ya es de 200 mil pesos, pues, dice, “me hicieron un descuento de 50 mil pesos, y que debía un cuarto de millón de pesos”, a pesar de que en su momento pagó el 50 por ciento del dinero que le habían otorgado.

Otra de las personas mayores es doña Florinda Manzano Cuéllar, quien a sus 67 años debe a este grupo 173 mil 300 pesos, pues a los 25 mil pesos que pidió, “me sumaron 20 mil que antes había pedido y pagado, además de 15 mil pesos que pidió mi hijo, lo que provocó el crecimiento de la cuenta de forma desmedida”. Ha hecho aportaciones en diversas ocasiones hasta por 24 mil 700 pesos.

Igualmente denunció que dicho grupo habría falsificado su firma para realizar cobros extraordinarios, en los que supuestamente estuvo de acuerdo.

A doña Antonia Olalde Robles Tetelilla le tocó perder su terreno, valuado en 120 mil pesos y que la llamada caja sólo lo reconoció en 70 mil pesos.

Ella fue aval de su hijo que pidió 40 mil pesos; “dimos una escritura y si no pagábamos, ellos tomaban el terreno y dicen que aún debo 120 mil pesos a partir de que han tomado el terreno”, señala.

En este sentido, David Padilla Marín, dirigente estatal de Barzón Morelos, sostuvo que “buscamos que en el caso de esta situación, que podamos sentarnos con esta empresa y poder negociar el justo pago del adeudo, con la intención de que los compañeros dejen de tener esta carga que está provocando un daño patrimonial”.