Buscan evitar situaciones de riesgo como la registrada recientemente.

Cuautla.- Después de la intoxicación con clonazepam sufrida por tres estudiantes que realizaron el reto “El que se duerma al último gana”, ocurrido el pasado 30 de enero, la Escuela Secundaria Numero 01 “Antonio Caso” puso en marcha diversas medidas de prevención, mediante las cuales buscan generar conciencia entre la población estudiantil y sus padres para no ser víctimas de las redes sociales.

El director del plantel, Marco Aurelio Mares Caspeta, señaló que se ha solicitado a las instancias de gobierno su apoyo para brindar la información necesaria a la población estudiantil y así evitar que se vuelva a repetir una situación que ponga en riesgo la integridad de los estudiantes.

Dijo que en el plantel se han tomado varias acciones, como la organización de sesiones de bailes recreativos, con apoyo de maestros de música, además de que se ha signado un convenio de colaboración con la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) para brindar apoyo psicológico a los alumnos.

“Acabamos de hacer un acuerdo con la UAEM, con la Facultad de Psicología, donde van a venir 14 psicólogos egresados de ahí para platicar con los muchachos para dar tratamiento psicológico a toda la comunidad estudiantil”, señaló.

Mares Caspeta dijo que a través del presidente de la Sociedad de Alumnos, los adolescentes pidieron apoyo a las autoridades. “Están pidiendo al gobierno otro tipo de políticas, que hagan un alto en sus políticas; ellos están diciendo aquí estamos, los necesitamos. Les hemos ‘llamado generación de cristal’ porque solamente calificamos y acusamos, pero ¿qué estamos haciendo por ellos, qué estamos haciendo?”, insistió.

Reprochó que cuando ocurren situaciones como ésta, todos acusan a los directores o maestros, sin tomar en cuenta que este tipo de situaciones es resultado de la participación de muchos actores. “Si nos ponemos a analizar, son muchos los actores los responsables de que sucedan cuestiones como las redes de tik-tok, empezando porque los padres no revisan lo que los muchachos ven en el teléfono celular o en sus aparatos electrónicos; la autoridad no norma a los medios digitales, y por último, las comisiones como derechos humanos no nos permite hacer la ‘Operación Mochila’. Entonces son muchos los factores”, aseveró.