Para ello manifestó su interés porque se tomen los acuerdos necesarios con la empresa que desarrolla un proyecto comercial en esta zona para que dicho patrimonio pueda formar parte de su entorno con acceso a la población. “Aquí se está desarrollando todo un proyecto que ofrecerá bienes y servicios para el desarrollo de la comunidad, que de manera coordinada y con la responsabilidad social que distingue a esta empresa que dirige una inversión sustentable en este municipio, se generen todas las condiciones y facilidades para el acceso, la exhibición y la información que el público en general puede tener.”
El mandatario morelense destacó que desde que tuvo conocimiento de estos trabajos de rescate del monolito, que mide 8 metros por 5 de ancho y 3 metros de altura, tuvo comunicación con las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para procurar los cuidados necesarios a fin de evitar su deterioro.
“Así que con esta visita, expresamos la seguridad al país y a todos los interesados en el estudio de nuestro patrimonio cultural arqueológico, que estaremos coordinándonos, trabajando unidos para cumplir con esa responsabilidad que nos mencionaba el arqueólogo de cuidar este patrimonio”, apuntó.
Adame Castillo amplió la gira de trabajo que desarrolló por el municipio de Cuautla, para acudir al lugar donde fue reubicada la gran piedra bajo la supervisión de especialistas de INAH y constatar de cerca sus características. Ahí anunció que con la coordinación de las autoridades de los tres niveles de gobierno, se preservara este legado.
“Estos vestigios que como bien mencionaba el representante del Instituto Nacional de Antropología e Historia, son parte de nuestra identidad y de la riqueza natural en arqueología en patrimonio histórico, pues adquirimos el compromiso, la responsabilidad de que esta pieza, en coordinación con las autoridades de las autoridades del INAH, con la colaboración del municipio, de las distintas dependencias dedicadas a la cultura, trabajemos coordinados para asegurar que esta pieza tenga el acceso al público, los cuidados técnicos de restauración necesarios y que se impida que al seguir a la intemperie se pierda esta expresión de nuestras culturas originales”, señaló.
Raúl González, arqueólogo del INAH-Morelos, informó que la reubicación de petrograbados no es nueva en la entidad y éste sería el tercero con una gran diferencia marcada por el gran peso de la piedra, lo que hizo necesario todo un día para su traslado a lo largo de 200 metros, utilizando equipo altamente especializado.
Dijo que “entre los signos que hemos logrado registrar de los petrograbados de Piedra Grande, se destaca el de una planta de maíz con mazorca, estigma, tallo y hojas que se yergue sobre lo que seguramente representa un campo de cultivo elevado. Se localizan elementos asociados a Tlaloc, signos geométricos, zoomorfos y antropomorfos; es probable que se trate de un campo práctico ritual asociado a la agricultura y a la petición de temporal”.