Actualmente se estudia la factibilidad para la construcción de una presa de almacenamiento en cada una de las comunidades.
Paralelamente se ha iniciado la tecnificación del riego, en busca de que en un futuro cercano se vean beneficiadas al menos 100 hectáreas en cada espacio, de manera tal que los recursos que se tienen, se dividan en porciones iguales.
El problema, en términos de conflicto social, sigue siendo latente, pues hay una dificultad añeja por un territorio.
Aunque ya existe un fallo por parte del Tribunal Unitario Agrario, en el que se delimita el espacio territorial de cada comunidad, ello no significa que ambas comunidades ya hayan aceptado el fallo. Por lo que en tanto no se resuelva socialmente el problema, esto se reflejará en la situación de la distribución del agua.
“La Conagua está invirtiendo lo necesario para que no haya conflicto. Porque agua hay suficiente y que el agua no es el tema de conflicto; el caso es que una comunidad está tomando agua de lo que dice es su territorio, y la otra comunidad dice que es de ellos, por eso seguirá el problema, aunque el agua es suficiente.”
Ya hay más actores que se han sumado al conflicto señalando que el predio es de Ocuituco, por ello es importante “que la población no siga el juego de los actores que buscan un beneficio político”.