El exalcalde de Cuautla relató que fue detenido como si se trata de un peligroso delincuente.
Cuautla.- Después de 23 días de permanecer en la cárcel, a la que fue sometido como medida cautelar por una juez de este municipio (quien consideró que la vivienda que reportó como su domicilio estaba en una calle que no aparecía en los mapas), el ex presidente municipal Raúl Tadeo Nava salió en libertad, la noche del miércoles 20 de septiembre, después de la audiencia en la que se reconsideraron las medidas cautelares aplicadas.
El exalcalde fue acusado por la Fiscalía Anticorrupción de los delitos de presunto peculado y uso indebido del servicio público, pero sólo fue vinculado a proceso por el primero, pues para el segundo no hubo evidencias y se le fijó un plazo de un mes para concluir las investigaciones correspondientes.
Al salir de la ciudad judicial, Raúl Tadeo Nava se reservó su derecho a emitir algún posicionamiento y sólo se limitó a decir: “Me queda claro que tengo un millón de amigos, pero también ahora sé quiénes no lo son”. Posteriormente subió a un vehículo y se retiró del lugar.
Durante la mañana de este jueves, al reincorporarse a sus actividades como director de la Escuela Sofista, realizó una transmisión en vivo en sus redes sociales, mediante la que aseguró que el haber estado encarcelado le dejó muchas enseñanzas y la certeza de que cuenta con muchos amigos, pero también señaló que no guarda rencores.
“Lo que me enseñó esta experiencia, más allá de todo… La amistad de ustedes fue la que me dio fortaleza. Increíble, estando incomunicado con las mentiras que dijeron de mí, que desde hace dos años no venía a este lugar y que estaba escondido… A pesar de eso, muchas personas llegaban a la rejilla y me mandaban la cena, muchos mensajes, muchos escritos, por eso ayer que salí no quise dar un mensaje político. Lo que quiero dar es gracias a Dios, que me doy cuenta que tengo un millón de amigos. No vengo con rencores, pero sí vengo con muchas enseñanzas. Es necesario reconciliar a Cuautla, es necesario pacificar a Cuautla, Dios quiso que yo viera esa parte”, aseguró.
También relató la prepotencia, abuso y exceso de fuerza con los que fue detenido. “Me trasladaron arbitrariamente desde Scotiabank… Iba en mi coche, como siempre, tranquilo… Me encañonaron, me pusieron armas largas como si fuera delincuente, me pusieron las esposas, me aventaron a una camioneta sin logotipos y me llevaron, me incomunicaron y me llevaron así a la sala de juicios orales. Me puse en manos de Dios y lo que me dio fue un regalo de un millón de amigos y eso vale oro”, expresó.
Destacó que lo que más le dolió fueron las lágrimas de sus hijos, pero que eso será el motor para seguir pugnando por que Cuautla recobre la seguridad y la paz que reclaman los ciudadanos.
“Mis hijos, muy tristes, es lo que más me duele… Las lágrimas de ellos, eso va a valer para la reconciliación y la paz de Cuautla. Ya explicaré en su momento cómo con el dinero del municipio contratan abogados mentirosos para que vayan a acusarnos. Yo jamás utilicé el poder para afectar a nadie”, apuntó.
Por último, destacó que durante la audiencia del miércoles, sus acusadores lo acusaron de ser un peligro. “Ellos me querían retener por más de siete meses con mentiras. El apoyo que me dieron afuera fue fundamental; ayer (el miércoles) en la audiencia me lo cuestionaron, que era yo un peligro para Cuautla, así me lo dijo el representante del Ayuntamiento porque organizaba gente afuera, (pero) la gente se organizó sola porque saben que es una injusticia”, aseguró.