Los síntomas iniciales del contagio de esta bacteria aparecen días después del rasguño y se manifiestan con fiebre, dolor de cabeza, malestar en articulaciones e inflamación de ganglios, señalaron los especialistas, quienes además explicaron que los felinos también transmiten la toxoplasmosis, la cual puede ocasionar pérdida irreversible de la vista fina o central en los niños.
La enfermedad por arañazo de gato es posiblemente la causa más común de la inflamación crónica de ganglios linfáticos en niños, por lo cual se recomienda lavar bien manos y brazos después de cualquier contacto con estos animales. Sobre todo se debe evitar que muerda o rasguñe a la persona.
Síntomas más graves de una infección por bartonella henselae son la anorexia o pérdida del apetito, baja notoria de peso, dolor de garganta, supuración de los ganglios linfáticos y aumento de tamaño del bazo y del hígado, así como daños al sistema nervioso.
Es necesario que cuando se acuda al médico por esta situación, se debe indicar que ha sido mordido o rasguñado por un gato, ya que así será más fácil el diagnóstico y prescribir el tratamiento adecuado, para lo cual habrá que hacer estudios específicos para determinar la presencia o no de la bacteria.
Por lo general la enfermedad por arañazo de gato, dijo, no es grave y se considera como autolimitada, es decir, con un sistema inmunológico normal hay recuperación total, aunque puede durar semanas y, en ocasiones, hasta un año.
El tratamiento, en casos severos, puede ser con antibióticos aunque no está probada su efectividad. Los ganglios dolorosos que supuran deben ser drenados por punción, con agujas y aspiración de su contenido.
En relación con la toxoplasmosis, puede ser también transmitida por el arañazo de un gato, cuyas uñas están contaminadas con sus heces fecales. Es importante que el menor tenga su esquema de vacunación completo, pues aunque es poco difundido, también los animales pueden transmitir tétanos mediante un rasguño o mordida.