El doctor Gelasio Zarco Espinosa, jefe del Departamento de Tumores de Mama, considera este cáncer “como un problema grave que se presenta frecuentemente en mujeres mayores de 60 años de edad, y aunque en menor grado, también hay casos en las de 40 y 50 años”.
El especialista explicó que “hoy en día, el tabaquismo es un factor determinante para desarrollar cánceres; tan sólo en el Hospital de Oncología, de los más de ocho mil pacientes que son atendidos por cáncer en los senos, pulmón, estómago, próstata y colon, el 60 por ciento presenta antecedentes de ser fumadores”.
Destacó que los malos hábitos que desencadenan la obesidad como el consumo excesivo de grasa o sedentarismo, vulneran a la mujer ante este tipo de tumor.
Aunque el factor hereditario juega un papel importante, la herencia sólo se presenta en el 10 por ciento de los casos, lo que significa que de cada 10 sólo uno tiene antecedentes familiares.
El médico subrayó que el IMSS cuenta con especialistas expertos en cirugía, quimioterapia, radioterapia, medicina nuclear, cirugía reconstructiva y atención psicológica para atender de manera integral a las pacientes.
El cáncer de mama es un crecimiento anormal y desordenado de células que forman los conductos de la mama; se puede clasificar principalmente en dos tipos: ductal (se origina en las células de las paredes de los conductos mamarios) y lobular (nacen en las glándulas mamarias o lóbulos), aunque hay casos especiales que se pueden presentar asociados al embarazo y la radiación de tórax.
Los factores de riesgo que predisponen a la mujer son: características hormonales, por ejemplo, la menarca (primera menstruación) temprana, la menopausia tardía (después de los 55 años) y el uso de hormonas. Pero hay dos causas que están cobrando relevancia en la actualidad: el tabaquismo y la obesidad.
Los síntomas que deben alertar a las pacientes son: inflamación, engrosamiento de la piel, hundimiento del pezón, cambio de coloración en la tez y presencia de una masa dura indolora.
No obstante, la detección oportuna se realiza por medio de una mastografía (método diagnóstico en el que se usan rayos X para obtener imágenes de la glándula mamaria impresas en película fotográfica), que de acuerdo con el especialista, es el mejor método para detectar cáncer y debe realizarse anualmente, a partir de los 45 años de edad.