Recordó que cuando intentó ingresar a la alcaldía, “los regidores Octavio Galván Vargas, Alfonso Gil Nava y Luis López Martínez, así como el síndico Eloy Adaya Liévanos, apoyados por un grupo de 50 personas, le impidieron el paso y le dijeron que ello era porque el otro presidente Enrique Teco Rosas, era más buena gente”.
“El caso es que con él (Teco Rosas), los regidores tenían carta abierta en vales de gasolina, además de que se dejó un millón 200 mil pesos para liquidar al personal al final de la administración y los integrantes del cabildo tienen una deuda de un millón de pesos por diversos préstamos, los cuales no quieren pagar”, denunció.
“Entonces aparte de ello, el regidor Luis López Martínez, en el manejo de las pipas y maquinaria, y hasta los dos años nos pudo rendir un corte de caja y cuando lo hizo se analizó que había un desfalco de dos millones 200 mil pesos, cosa que él se comprometió en acta de cabildo a pagar el 50 por ciento, y si no que se les descontara de su sueldo”.
Recordó que el síndico municipal, “tras chocar la camioneta, buscó a toda costa que en una acta de cabildo se estableciera que esa unidad había quedado fuera de circulación, cuando se trata del dinero del pueblo y no se puede hacer eso”.
“Ellos saben que si yo regreso, van a tener que pagar. Pero si no regreso, borrón y cuenta nueva”, agregó.
El alcalde despacha desde su domicilio, a menos de dos cuadras de la presidencia municipal.