Explicó que hace un año y medio “se hizo toda una remodelación, ya había quedado más o menos; entonces llegan los actuales trabajos y se hace un levantamiento de casi todo el centro histórico de Cuautla, en tramos lineales”.
Barreto Mark reconoció que “por un lado está bien, qué bueno que la obra sea para quitar todos los cables de energía eléctrica; pero, por otro lado, está mal, porque se hacen en un momento de forma descoordinada”.
Y es que dijo que “se hace una obra, pero al año y medio se hacen otras en el mismo lugar, entonces lo bueno que habíamos acumulado se termina con las molestias de todos como el propio museo, los comercios, pues no pueden atraer a los clientes a plenitud, porque tienen todo el regadero de cosas”, observó.
“Lo fundamental sería que lo terminaran, pero ya; el problema es que van a cuentagotas”, agregó.
“Para mí, en determinado momento el trabajo no está bien hecho, no es muy profesional y cierta calidad que se había adquirido en la restauración anterior, con esto se pierde por estas situaciones de improvisación y duplicación del trabajo”, agregó.
No me explico, prosiguió, por qué los comerciantes no han protestado; nosotros, por nuestra parte, hemos tratado de conservar la misma calidad que tenía la zona que rodea al museo, pero ya el centro como que me da la impresión de que se fueron por la libre, es tierra de nadie, esa impresión me da.
Finalmente, recordó que “vivieron los centenarios de Independencia, Revolución y Sitio de Cuautla y todavía seguimos con trabajos que debieron de haberse arrancado hace seis años, pero llegan los Ayuntamientos y quieren imponer su propia forma de hacer obras y en ocasiones no son muy afortunados los enfoques y los resultados”.