De acuerdo a la presidenta de la asociación, con 15 años de atención y apoyo a personas portadoras del VIH, Yolanda Sánchez Gómez, estableció con seguridad: “la convivencia no representa ningún riesgo para otras personas derivado de su enfermedad”.
Hoy en día, en una vivienda por la cual pagan una renta mensual, explica que “se atienden a 27 personas y sus familias porque el mal les afecta a todos, no sólo a la persona infectada”.
En esta labor, señala, “se otorga atención a personas mayores, viudas, pero lo más triste es tener que atender a menores, cuyas edades se encuentran en los 17 años en promedio, los cuales se infectaron por actividades sexuales”.
Recuerda que anteriormente el rango de edad para las personas infectadas era de 30 años y más.
Aunque su trabajo es paralelo al que desarrolla la Secretaría de Salud, la asociación se allega recursos para cumplir con la ayuda multidisciplinaria que brinda, “para lo cual tenemos la venta de ropa y otros utensilios, a través de los cuales nos hacemos de recursos para continuar con esta labor, además de que realizamos diversas actividades de forma periódica”