La situación que provocó que la molestia se hiciera evidente, fue que “los niños o niñas que quisieran ingresar con algún disfraz, tendría que ser de ‘catrín’, ‘catrina’ o su uniforme, lo que los obliga a gastar, a pesar de que ya tienen disfraces especiales para esta temporada”, estableció Elizabeth Pérez Pérez, presidenta de la Asociación de Padres de Familia.
El caso es que “no permite que haya acercamiento para saber si estamos o no de acuerdo, lo que ha provocado la molestia general y hasta en eso quiere obligar a los niños a que gastemos”.
Relató parte del problema, al establecer que “Pidieron cortinas porque sí da mucho el sol a los salones. En un grupo, por niño, fueron 80 pesos, eso quiere decir que son cortinas de más de dos mil pesos. Con esos 80 pesos podíamos comprar una impresora, que también nos está exigiendo que cooperemos para comprarla, mientras que en otros grupos se cooperaron de a 23 pesos para las cortinas”.
“Ya nos dimos cuenta que vende las gelatinas, viene sacando ganancia de aproximadamente 300 o 350 pesos diarios de gelatinas, más las paletas que se vende y 50 pesos a cada puesto de comida de los papás que entran son 400 pesos ¿y con eso no puede ayudar a los padres?”.
“Los papás se quejan porque antes el maestro nos decía lo que hacía y allí se invertían las ganancias”.
Y dijo que “Hay papás que ya no la quieren aquí. Me dicen que por favor vaya yo a la primaria de la que viene, para traer a los papás a que se manifiesten aquí, porque también allá salió mal de la escuela, no sé si de San José o de la Plan de Ayala”.