José Aguilar Guerrero, ex ayudante municipal de Gabriel Tepepa, citó como ejemplo del crecimiento desordenado, “la aparición de al menos 15 ampliaciones de esa colonia, lo que ha ocurrido en los últimos 20 años, ello ante la falta de planeación y delimitación de las zonas dedicadas exclusivamente para la producción agrícola”.
“Y en cada espacio donde se vende un terreno de cultivo para la construcción de nuevas viviendas, se han vuelto un reclamo general hacia las autoridades de diversos municipios la entrega de servicios oportunos, cuando en realidad, los fraccionadores deberían de prever esta situación”, añadió.
Por el contrario, se mostró a favor de “desacelerar la venta de terrenos agrícolas de alta productividad para la construcción de viviendas, para lo cual, autoridades municipales deben de poner un freno para no otorgar servicios a nuevos asentamientos”.
De hecho, agregó, en cada municipio hay varios reglamentos que han sido interpretados como “letra muerta”, empero a través de su cumplimiento se debe buscar alcanzar mejores condiciones de seguridad y sobre todo que se garanticen los servicios para quienes adquieran terrenos, desde el momento mismo de la compra.