Porfirio Rubén Maruri Pérez, vocal ejecutivo de dicha junta, refiere que hasta ahora los pobladores de ambas comunidades han descartado la intención de afectar el desarrollo de las elecciones, siempre que el personal del INE sea prudente y respetuoso de la división ideológica de sus habitantes. De entrada, asegura que hay ciudadanos que han manifestado que no votarán en tanto el conflicto generado tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa siga en pie, pero que tampoco implementarán acciones para evitar que otra gente lo haga.
Dijo que el INE no tiene temor de lo que pueda ocurrir en esas comunidades, pues además de contar con la autorización de sus autoridades y de la población, el personal está capacitado y preparado para buscar que esos sitios estén en condiciones de permitir la instalación de casillas, realizar el escrutinio y el cómputo de los votos.