De acuerdo a Ernestina Hernandez Flores, que se desempeñaba como trabajadora social, los despidos iniciaron el 16 de febrero de este año, luego de que el cabildo autorizara dar de baja a 150 empleados de confianza, quienes fueron contratados al inicio de la administración de Benigno Arenales, sin que se les pagara la liquidación correspondiente. La medida habría sido planeada como una acción de austeridad para enfrentar la crisis económica de Atlatlahucan, aunque los ex empleados aseguran que el alcalde ha mostrado evidencias en redes sociales, donde indica realizar viajes ostentosos fuera del estado y del país.
Alba Rosario De León, abogada de los ex trabajadores, señaló que se trata de un claro caso de despidos injustificados, lo cual ya fue denunciado ante el Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje.