Aurora Hernández Beltrán, promotora del uso de este tipo de métodos sostiene que “en la actualidad, este grupo está conformado por 114 médicos, quienes desarrollan su labor en 50 comunidades de 25 municipios. Ellos, como médicos tradicionales son poseedores de conocimientos relacionados al uso de plantas medicinales, sobadores, hueseros, parteras, temazcaleros, graniceros y rezadores”, entre otros.
Marginados históricamente por el sector salud, recientemente se logró que a través del capítulo X de la Ley de Salud del Estado de Morelos que califica a la medicina alternativa a “la atención a la salud mediante la aplicación de sistemas, técnicas o prácticas basadas en avances científicos y tecnológicos, que no estén comprendidos en la formación formal de la medicina y por medicina tradicional y herbolaria, la atención a la salud, basada en el sistema de creencias, conceptos y prácticas, originada por nuestra cultura indígena y otras culturas étnicas”.
Asimismo obliga a los Servicios de Salud de Morelos a contar dentro de su estructura, con un área para promover e impulsar la investigación de la medicina alternativa, tradicional y herbolaria con la participación de las instituciones públicas que tengan por objeto, entre otras cosas, su estudio e investigación y de los profesionales de la salud, así como de los practicantes, terapeutas tradicionales y agrupaciones civiles organizadas con este objeto.
Sin embargo, hoy enfrentan un nuevo problema: la escasez de hierbas medicinales, las que anteriormente se obtenían con más facilidad en diversos campos, pero la destrucción de los espacios destinados a su reproducción ponen en riesgo estas prácticas, reconocen los diversos grupos.