Esta marcha forma parte de los acuerdos derivados del Congreso de Pueblos que se llevó a cabo en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), en donde también se propuso ampliar la protesta en contra de los proyectos que presuntamente atentan contra el medio ambiente en la entidad.
Es así que en esta marcha se dejó claro el desacuerdo con la puesta en operación de la planta termoeléctrica en Huexca, en la construcción del gasoducto, los intentos por abrir las puertas a las mineras y no sólo por el acueducto.
En la marcha por las calles de Cuautla participaron alrededor de 300 personas integrantes de organizaciones como la Coordinadora de Movimientos de Morelos, el Frente de Pueblos en Defensa del Agua, la Tierra y el Aire (FPTA), la Coordinadora de Grupos Culturales, Indígenas y Populares (CGCIP); así como vecinos de Tepoztlán, Xoxocotla y Tlaltizapán.
Al respecto, Jorge Zapata, ejidatario de Anenecuilco y nieto del general Emiliano Zapata, dijo que inicialmente se había propuesto por parte de los campesinos la construcción de presas para la retención de agua, misma que serviría para la termoeléctrica, propuesta que ya no comparten.
“Se había aceptado, yo la propuse en una reunión con el gobernador, pero eso fue antes de que conociéramos las consecuencias del impacto ambiental que trae una termoeléctrica. Definitivamente ese proyecto no es viable aquí en Morelos, porque una vez que trabaje la termoeléctrica se vienen las mineras y la carretera de Tepoztlán”, señaló.
Después de recorrer el primer cuadro de la ciudad, la marcha se dirigió al campamento que se mantiene en San Pedro Apatlaco para impedir que continúe la construcción del acueducto.