La Fiscalía Regional en la zona oriente de Morelos confirmó que los presos evadidos este domingo de la Cárcel Distrital de Cuautla, enfrentaban condenas de entre 16 a 60 años de prisión por los delitos de robo calificado y secuestro.
Uno de ellos José Norberto Pliego Hernández de 35 años de edad, es un ex policía estatal, que compurgaba una pena de 20 años de prisión por el delito de secuestro. Este sujeto tenía su domicilio en la Unidad Habitacional San Carlos de Yautepec.
El otro hombre evadido es Catarino Banderas Ramos de 53 años, comerciante, encarcelado por el delito de robo calificado y variación de nombre, quien enfrentaba una pena de 16 años de prisión. Éste era originario de Chimalhuacán, Estado de México, y tenía su domicilio en la colonia Tepeyac de Cuautla.
Así como Patricia Peralta Martínez de 30 años de edad, quien había sido empleada financiera y enfrentaba una sentencia de 60 años de prisión por el delito de delincuencia organizada, privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro y portación de arma de fuego sin licencia. Ella tenía su domicilio en calle Insurgentes, esquina con Solidaridad número 17 del Barrio de San Bartolo en el municipio de Tetela del Volcán.
Ésta última en el mes de octubre del año 2010 fue detenida por la población junto con José Luis Carrillo Reyes, Miguel Mora Becerra, José Ontiveros Osnaya y Alberto Pérez Soto, quienes declararon pertenecer a una red de secuestradores que operaba en el estado de México y Distrito Federal.
Cabe destacar que en ese tiempo el municipio de Tetela del Volcán y la región enfrentaba una fuerte oleada de secuestros y extorsiones, por lo que los habitantes se vieron obligados a conformar grupos de autodefensas que denominaron Brigadas Ciudadanas de Vigilancia, quienes armados con radios de comunicación que ellos mismos compraron, lograron enfrentarse con éxito a esta y otras bandas delincuenciales.
Los detenidos fueron golpeados y despojados de sus ropas, para atarlos al asta bandera de la plaza principal, en donde fueron amenazados con ser linchados, para lo cual prendieron fuego y estuvieron a punto de quemarlos.