De acuerdo al coordinador local de capacitación Miguel Enciso Peláez, hoy se cuenta con una ambulancia y un vehículo, ambos en desuso, que permiten a quienes aspiran al reconocimiento como paramédico, el tener una formación más completa.
“Hemos avanzado de una manera positiva, hemos estado buscando mayor equipo, tener la posibilidad de que el alumno pueda practicar más con escenarios más reales y cambiantes. Hemos tenido la posibilidad de poner una unidad móvil como un equipo que es básicamente para entregar pacientes al hospital”, sostuvo.
En este momento tenemos en formación la generación 25 y en fin de semana tenemos la generación 26.
“Tenemos otras tres generaciones en formación más que están preparándose para sus exámenes finales. En total tenemos cinco generaciones”, añadió.
“Es más efectivo el trabajo porque de acuerdo a nuestra literatura, nuestro programa de formación, nos permite que pongan en práctica lo aprendido en la teoría. Eso facilita más, el que tengan más habilidades y una competencia mejor para darle una atención de calidad al paciente”.
“Los retos es que debemos tener más equipo por cada escuadra, por cada grupo de alumnos, más maniquíes, tal vez un poco más de capacitación, estar actualizados y el reto más importante es apostarle a la aptitud, al conocimiento y trabajar en equipo con los representantes y con los alumnos”.
El automóvil, una patrulla fuera de servicio, sirve para escenificar rescate de este tipo de unidades, cuando han participado en un accidente.
“También se usa un vehículo, que como pueden ver ustedes, tienen la oportunidad de que el alumno no está simulando, pues antes lo hacíamos en una silla o en la pared”.
Y dijo que “ahora sacan a los supuestos accidentados, conocen el espacio, ven las complicaciones y se les pone presión sobre los tiempos, además de que identifican las lesiones y ellos con el equipo”.
Y dijo que “Una convocatoria dos meses antes de cada curso. Una vez que están reunidas, su formación dura de 11 a 12 meses. En ese tiempo deben concluir sus horas de ambulancia, como sus horas de paciente, de radio y con ello está listo como recurso humano, para que vaya primero a la propia institución y donde sea requerido por alguna institución que necesite paramédicos”.
Dijo que la demanda de paramédicos “ha estado creciendo, hacen falta más, tenemos que abrir otras puertas, tenemos que buscar que ellos tengan la oportunidad de entrar a los hospitales, a las escuelas, balnearios, cines, donde esté alguien a quien puedan salvarle la vida y sepan qué hacer mientras llega una ambulancia”.
Sobre la edad de los alumnos, indicó: “Pueden ser menores de edad con el consentimiento del papá y manejamos hasta 45 años de edad o 50. Sabemos que en la actualidad, hay gente adulta que quiere esforzarse y mientras no tenga impedimento físico y cumpla con las políticas de capacitación, la institución, como es humanitaria y tiene principios, les da la bienvenida”.