Entre éstas se contabilizan mal estado de la base, caídas de los tanques y otros más, debido al mal estado de las instalaciones, señaló el jefe de bomberos, Octavio Ponce Domínguez.
“Llevamos un control y diario estamos recibiendo de dos a tres cilindros al día, que están defectuosos, ya sea en el asiento, ya sea por válvula o por caída de los mismos cilindros”, observó.
“Nos llaman por la fuga que tienen, por el olor que suelta el gas, nos llaman porque la gente teme alguna situación mayor y también detectamos que en algunas ocasiones son fugas en las mangueras que están muy viejas, pero en muchos de los casos ya están muy viejos y están podridos por la parte del asiento”, agregó.
Y estableció que “nosotros procedemos a llevarlo a despoblado, lo desahogamos y nos quedamos con él, le damos papeleta y posteriormente van los de la gasera, recogen ese cilindro y al propietario le dan uno con gas”.
De manera que “al recibir algún reporte de esta naturaleza, el grupo se presenta en los domicilios y una vez detectado el problema, se buscan áreas no pobladas para su descarga”.
Por ello hizo un llamado a la población, para que al detectar el olor que proviene del cilindro, llame inmediatamente a este equipo, ventile el lugar y evite encender cualquier objeto cercano a la fuente de la fuga.