A su parecer “esto nos afecta muchísimo debido al gasto de recursos económicos que se tiene para el traslado de ambulancias, sin embargo lo más grave es que se ponga en riesgo y posiblemente se pierda una vida por la distracción de los servicios”.
Puso como ejemplo: “Si se presenta un accidente automovilístico con personas lesionadas y durante este evento se llama a una ambulancia, como parte de una broma de mal gusto, ellos acuden al evento falso y cuando regresan al real puede ser demasiado tarde”.
Dijo que este tipo de llamadas no solamente las realizan menores de edad, sino que incluso personas adultas también, “a pesar de estar ya conscientes del mal que provocan con sus acciones”.
Esparza Saucedo agregó que “este tipo de llamadas lo mismo las hacen menores de edad, pero se tienen registros de todas las edades, como cuando alguien está alcoholizado y llega a pedir servicio, desgraciadamente son gentes de todas las edades”.
Entonces, dijo: “Se trata de invitar a la población que piense que podría haber un familiar de ellos herido que necesitara de la atención de los paramédicos, por ello es importante que no llamen cuando no sea un evento cierto, pues el tiempo para la atención es fundamental en este tipo de atenciones”.