A través de su titular, José Jesús Hernández Mendoza, se estableció que se presentó una secuencia de pequeñas explosiones casi continuas, acompañadas de tremor, que produjeron una emisión de ceniza y lanzamiento de fragmentos incandescentes a distancias de hasta 300 metros desde el cráter, por el flanco noreste.
La actividad fue en la madrugada, “de hecho fue desde la tarde que se incrementó, por el momento ya está tranquilo, aunque se mantiene con fumarolas, lo cual se mantiene dentro de los parámetros de alerta amarilla fase dos, en la cual se encuentra”.
Mientras tanto el Centro Nacional de Prevención de Desastres dio cuenta que el episodio tuvo una duración de nueve horas, deteniéndose a la una de la mañana y con una fase más intensa entre las 18:00 horas y la medianoche, por lo que recordó las recomendaciones a la población.
Sobre las recomendaciones a la población señaló que “lo primero es no tener actividades al aire libre, sobre todo entre menores y adultos mayores, cubrir los depósitos de agua y no consumir alimentos en la vía pública”.
Posteriormente ocurrieron otras cinco explosiones aisladas y una continua emisión de vapor de agua y gas que los vientos dispersan al noroeste.
Adicionalmente, ocurrieron dos sismos volcanotectónicos a las 05:23 y 06:43, de magnitudes 1.8 y 2.0, respectivamente.