Hasta ahora, las irregularidades con las que se siguen sepultando cadáveres han puesto al descubierto la existencia de panteones, presuntamente clandestinos, tanto en Tetelcingo como en el poblado de Eusebio Jáuregui, donde el aspecto económico es el principal interés, sin importar que los cadáveres puedan ocasionar un deterioro a la salud de los ciudadanos.
Así como el titular de la Oficialía Número Uno del Registro Civil en Cuautla se deslindó del caso, al asegurar que no se otorgaron permisos, ni se expidieron las actas de defunción correspondientes para la inhumación múltiple, también la Dirección de Servicios Públicos Municipales emitió el oficio DGSPM/15/021, en el que señala que dentro de los archivos de esa oficina no existe solicitud alguna, registro o permiso para el funcionamiento de un panteón en Tetelcingo.
El documento es firmado por el representante de esa dependencia, Eduardo Samperio Mendoza, quien también señala que se desconoce la existencia de un responsable sanitario en dicho panteón.
A su vez, el oficial del Registro Civil Número Dos ubicado en Tetelcingo, Gustavo Núñez Carbajal, expidió el oficio número RCO2/01-2015, mediante el que informa “después de haber realizado una búsqueda minuciosa en los libros de esta oficialía a mi cargo, desde marzo del 2007 a la fecha, no se encontró el registro de defunción de Oliver Navarrete Hernández”.
También la directora del Departamento de Panteones de la Dirección General de Servicios Públicos, Esther Rodríguez Fuentes, se deslindó del asunto, al asegurar que nada sabe de la inhumación de cadáveres en ese lugar, debido a que esa comunidad no permite la intromisión del Ayuntamiento.