Cuautla.- José Ignacio Benítez García, especialista en enfermedades causadas por vectores, reconoció la dificultad que han enfrentado para diagnosticar de manera temprana la enfermedad de Chagas entre la población afectada por este mal, lo que puede generar en diversas complicaciones crónicas.
Asimismo, señaló que es una enfermedad que se diagnostica en general de forma fortuita, “la gente no identifica aún a la chinche del Chagas como un riesgo a su salud y por eso la idea de mostrar que la picadura puede ser dañina y causar enfermedades crónicas severas”.
Y agregó que las autoridades tienen registro de diversos casos, “pero sabemos que hay muchos más, los identificamos cuando alguien acude con un ojo hinchado y piensa que se infectó o pegó, también en caso de donadores de sangre encontramos el mal al analizarla, por ello creemos que hay muchos casos más”, estableció.
“El tratamiento inicial, al diagnosticarse a tiempo, es que se suministran medicamentos, pero sobre todo se evita que la lesión local se disemine al organismo, tratándola con antibióticos y medicinas especiales”.
“Cuando no se cura ahí, el problema ya es más serio porque implica más tratamientos, ya que la afectación cardiaca es muy frecuente, daños en válvulas del corazón e implica la necesidad de un trasplante”, aseguró.
De igual forma mencionó que la enfermedad de Chagas, es un padecimiento infeccioso producido en el hombre y en algunos animales tanto domésticos como silvestres por un parásito conocido como “Tripanosoma cruzi”, que destruye a las células de algunos tejidos. Es transmitido por una chinche del género “triatoma”, conocida como chinche de Compostela, hocicona, voladora o besucona.
Asimismo se informó que cualquier persona puede ser infectada al estar expuesta a la picadura de la chinche, que ocurre frecuentemente en zonas rurales y suburbanas de clima cálido, en viviendas construidas con material como el adobe, madera o paja. Cuando una chinche pica a una persona le chupa la sangre, generalmente por la noche y se llena tanto que defeca sobre la piel, depositando los parásitos. De esta forma penetran por la lesión que dejó la chinche en el momento de picar y al reproducirse producen la enfermedad.
Los síntomas en su fase aguda son: hinchazón de un ojo, la presencia de un nódulo subcutáneo en el sitio por donde penetró el parásito, inflamación de los ganglios linfáticos cercanos, fiebre, crecimiento de hígado y bazo. En su fase crónica, después de diez o más años, puede causarle daño incurable de corazón.