Cuautla.- En las comunidades indígenas persisten actitudes machistas que siguen cobrando la vida de las mujeres a las que no se les detecta a tiempo el cáncer de mama, reveló la doctora Rosa Eugenia Hernández García, al asistir a la comunidad de Tetelcingo para ofrecer pláticas preventivas sobre esta enfermedad.
“Debido al impacto de saberse enfermas, el equipo busca prepararlas, con la ayuda de un grupo de psicólogos, para que asimilen y sobre todo, sepan que pueden curarse”, comentó.
Hernández García, quien forma parte de un grupo que lleva información a diversas colonias, explicó que están recorriendo todas las colonias que pertenecen a Tetelcingo, “porque esta campaña la estoy avocando a la mujer indígena, venimos en cada visita con una plática de prevención y les decimos como pueden autoexplorarse sus senos”.
Todo esto, aseguró, “es para que ellas puedan detectarse cualquier anomalía que encuentren, posteriormente pasan a la unidad móvil y se les realizan los análisis de Papanicolaou y la exploración de mamas”.
Aquí, agregó, “lo más importante es que estamos haciendo una gran cadena de vida con las mujeres, para que pasen la voz y para que todas se hagan el examen, porque tenemos un lugar no muy deseado de muerte de cáncer de mama a nivel nacional, por eso queremos que eso se erradique en Morelos”.
Respecto a las condiciones que han causado este problema, comentó que se han encontrado muchos factores, “el primero de ellos en las comunidades indígenas es el machismo, donde los hombres no permiten que sus esposas vayan a hacerse el examen. Por ello aquí es labor de convencimiento, que ellas se vayan a hacer el estudio y porque tienen familias, deben de procurar salvar su vida capacitándose y en caso de encontrar algo anómalo canalizarse al lugar correcto”, señaló.
“Otro factor que actúa en contra es la desinformación, piensan que no es importante, pero si comenzamos a conocer nuestro cuerpo, vamos a prevenir este mal, deben de saber que es curable, por ello es importante detectarlo a tiempo” observó.
Si bien, la mujer tiene miedo a recibir información que le confirme que está enferma, “con todas las que hemos platicado tienen la idea de seguir viviendo. De ahí que tratamos de prepararlas en las pláticas, para que asimilen que pueden curarse”.