Cuautla.- Autoridades educativas y de salud deben fortalecer los programas preventivos de obesidad entre alumnos que cursan su educación en las escuelas de preescolar, primaria y secundaria, a través de la educación física.
Además se tiene que vigilar que los alimentos que se venden durante el recreo, no sean factor para favorecer este problema, además de llevar a cabo más amenas y constantes actividades físicas.
De acuerdo a Josefina Rodríguez Hernández, madre de familia en la Escuela Primaria Héroe de Nacozari, destacó que ése es uno de los aspectos que se han quedado en el olvido.
“No queremos que se trabaje en la formación de atletas destacados en materia de educación física, sino simplemente que se dé la oportunidad de establecer acciones que vengan a favorecer el desarrollo de niños y adolescentes”, apuntó.
Por lo que respecta a la alimentación, añadió que no basta con llevar a cabo orientación a la población estudiantil, “sino que se busque la manera de que a los estudiantes se les vendan alimentos nutritivos y no sólo productos chatarra”, agregó.
“El desarrollo físico de los jóvenes es un factor fundamental en el marco de la formación en las aulas, va de la mano y coadyuva a alcanzar mejores resultados en el proceso enseñanza-aprendizaje, sin embargo en varios casos no se da cumplimiento a ello”, estimó.
“En muchos de los planteles escolares se ha minimizando los beneficios de ésta, al grado que profesores de grupo impiden que los niños salgan a realizar estas actividades, con el fin de avanzar en los temas que tienen pendientes”, concluyó.