Varias familias que aseguraron ser auténticos descendientes del General Emiliano Zapata Salazar presentaron, en Anenecuilco, lo que dijeron es el árbol genealógico del “Caudillo del Sur”, con lo que rechazan que Mateo, Diego y Ana María hayan sido hijos del héroe agrarista.
Asimismo, dijeron que existen personajes como Jorge y Benjamín, quienes han utilizado el apellido Zapata para involucrarse en diversos movimientos sociales, entre ellos el que protesta por la intención de utilizar el agua del río Cuautla para la termoeléctrica de Huexca.
Encabezados por Irma Zapata Sandoval y Antonio Rosas Sandoval (quienes aseguran ser nieta y bisnieto de Zapata, por descender de Nicolás Zapata Aguilar, único hijo reconocido por el General), señalaron que desde hace años se dedicaron a establecer el árbol genealógico para “desenmascarar” a quienes por décadas han lucrado con el apellido Zapata.
Aseguraron que para establecer esta relación de descendientes se basaron en las historias que de boca en boca se han trasmitidos entre familias, así como en documentos como actas de nacimiento y matrimoniales, aunque reconocieron que no cuentan con todos, ni con estudios de genética.
Al cuestionarles cuántas familias reclaman la autenticidad del parentesco dijeron desconocerlo, aunque existen familias en Anenecuilco, en la colonia Morelos de Cuautla, en Tlaltizapán y en Jonacatepec.
“Yo creo que es el momento de que se sepa quiénes son los verdaderos Zapata y que se acabe con el mito de muchos que desde años han vivido del apellido, como Mateo, Diego, Ana, Édgar, Jorge, Benjamín… este último no sabemos de dónde salió”, señalo Rosas Sandoval.
Retaron a quienes se dicen descendientes del “Caudillo del Sur” a que se realicen las pruebas de ADN para confirmar el parentesco, “que ellos mismos caigan, que se hagan el ADN, que respondan… Ahí está mi tío Diego, que es medio hermano de mi mamá, que es el único que reconoció mi abuelo y vivió en la casa con Nicolás. De ahí que Jorge y Benjamín nada que ver”, agregó.
Respecto al árbol genealógico que presentaron, indicó que es producto de un trabajo de varios años. “Mi tía ha hecho un trabajo de casi 30 años; nos dicen que veamos historiadores, que vayamos al Archivo General de la Nación, pero nosotros no somos de archivo. Somos de las raíces, no tenemos que andar buscando en un libro y sabemos de nuestras raíces y por eso no tenemos por qué buscar en un libro”, reiteró.
Indicaron que ninguno de los descendientes de Zapata que aparecen en el árbol genealógico ha abanderado la defensa del agua del río Cuautla para que no sea utilizada en la termoeléctrica, porque aseguran que su objetivo es otro, aunque reconocen que apoyan a algunos maestros inconformes.