Cientos de personas de Cuautla participaron en la Marcha por la Familia, que se llevó a cabo la tarde de este sábado por las principales avenidas de esta ciudad para convocar a la sociedad a sumarse a la marcha nacional que se llevará a cabo el próximo 24 de septiembre, en la Ciudad de México, para rechazar “la imposición de la ideología de género en la educación de los hijos”.
Entre los participantes figuraron feligreses de diversas denominaciones religiosas, como católicos, cristianos y mormones, quienes partieron desde el parque Benito Juárez de Cuautlixco, caminaron por la avenida Reforma, después por Insurgentes hasta llegar al zócalo de la ciudad portando pancartas.
A su paso por las calles, con globos rosas y azules, gritaban consignas como “Pueblo, escucha: la familia está en la lucha”; “Cuautla unida a favor de la familia”; “Cuautla, escucha: levantémonos en lucha”, entre otras cosas.
Algunos dirigentes religiosos se abstuvieron de dar declaraciones, con el argumento de que la marcha era una manifestación “ciudadana” y que aunque participaban diversas agrupaciones religiosas, el objetivo era el de convocar a la sociedad a firmar la iniciativa ciudadana para exigir el derecho de los padres de familia a “educar libremente” a los hijos.
Al llegar al zócalo cantaron el Himno Nacional y la Marcha Morelense, además de que exhortaron a los asistentes a firmar la iniciativa ciudadana propuesta por “Con Familia”, en la que se exige que la educación, además de ser “laica y gratuita debe también ser libre de imposiciones e ideologías, como la ideología de género que se disfraza de tolerancia e inclusión, pero que es lo contrario”.
En sus pronunciamientos señalaron que la marcha, presuntamente, no es contra los derechos de nadie: “No voy a marchar contra los homosexuales o algún otra persona; no voy a marchar porque me diga un obispo o un cura. Voy a marchar porque quiero hacer que mi voz se escuche, que se sepa lo que pienso y porque, como ciudadano, quiero recuperar el espacio público que me han querido arrebatar, porque no pienso como la minoría ruidosa que ahora quiere que calle, acusándome de intolerante”.
Señalaron también que “los papás y las mamás” tienen el derecho de educar a sus hijos y nadie se los puede quitar, ni imponerles cómo educarlos.