Cuautla.- Después de más de un año de permanecer invadido por comerciantes ambulantes y después por locatarios del Mercado Cuautla, quienes tuvieron que salirse para permitir la remodelación de su centro de abasto, el zócalo de la ciudad finalmente fue desocupado la noche del viernes, horas después de que venció el plazo acordado.
Los locatarios después de proceder a desmantelar los puestos semifijos que habían instalado, se dieron a la tarea de barrer y lavar la zona; sin embargo, debido a lo sucio por la grasa y demás desechos, fueron auxiliados por brigadas del Departamento de Servicios Públicos, de Protección Civil y Bomberos; las labores fueron supervisadas por el alcalde Raúl Tadeo Nava.
Por la mañana del sábado continuó la limpieza de la explanada principal con la participación de los empleados municipales, para dejar totalmente despejado y limpio el primer cuadro de la ciudad.
Con la luz del día quedaron a la vista los severos daños que sufrió el adoquín, por el alto tráfico de personas y por las perforaciones que los comerciantes hicieron para atar sus lonas y puestos. Asimismo quedó a la vista la tala de varios árboles, los cuales se secaron por el maltrato al que fueron expuestos al quedar en medio de los puestos.
El plazo para desocupar el zócalo venció el 3 de noviembre, sin embargo, algunos comerciantes se negaban a regresar a sus locales, debido a que la constructora no terminó totalmente la remodelación de los locales, a los cuales les faltó las instalaciones de gas y en algunos las conexiones de agua y drenaje, por lo que los comerciantes de carne y barbacoa fueron reubicados en la calle de Efrén M. Tavera hasta en tanto se concluyen los trabajos por parte del Ayuntamiento.
El presidente municipal Raúl Tadeo Nava señaló que será la administración municipal la que pague la terminación de los trabajos que dejó inconclusos la empresa contratada por el gobierno del estado.
A partir de este sábado fue posible ver otro panorama en el corazón de la ciudad de Cuautla, lo que fue aplaudido por vecinos, comerciantes y transeúntes, quienes extrañaban la tranquilidad del zócalo de Cuautla.