La exclusión de varios deportistas de Rusia de la cita olímpica de Río 2016 por el supuesto abuso de sustancias en aquel país fue uno de los sucesos que marcaron este año en la lucha antidopaje, y también fueron sancionados 88 atletas medallistas en los Juegos de Beijing 2008 y Londres 2012.
Rusia, históricamente una de las grandes potencias en el olimpismo, fue apartada de diversas disciplinas a pocos días de que iniciara la justa veraniega de 2016, para la cual tenía preparado un equipo de 68 competidores, entre quienes destacaba la pertiguista, doble campeona olímpica y triple monarca mundial, Yelena Isinbayeva.
El castigo se anunció luego que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF) anunciaran la suspensión inmediata de la delegación rusa por decenas de pruebas antidopaje que presuntamente arrojaron resultados positivos.
De esta manera Rusia fue vetada de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016, así como de toda competición organizada fuera de sus fronteras.
Sin embargo, en la prueba cuatrienal sólo dos nadadores rusos fueron autorizados para competir en Brasil, Nikita Lobintsev y Vladímir Morozov. Por otra parte, el re-análisis de las pruebas de Beijing 2008 y Londres 2012 arrojó una cifra de 88 atletas sancionados, a quienes les fueron retiradas las preseas obtenidas en aquellos eventos.
De entre los deportistas castigados la cifra más elevada se dio en el levantamiento de pesas, con 41, y en atletismo, con 37, mientras que en el ciclismo se vieron sancionados tres y en la natación uno.
Entre los deportistas castigados destacan los nombres de las pesistas kazajas Zulfiya Chinshanlo, Maiya Maneza y Svetlana Podobedova, quienes recibieron la medalla de oro en las categorías de 53, 63 y 75 kilogramos, respectivamente, en Londres 2012.
No obstante, hace unos días, el Comité Olímpico Internacional (COI) dio a conocer que dichos incidentes serán reanalizados, caso por caso, para no incurrir en fallas, por lo que los atletas que resulten limpios en un nuevo estudio podrán tener la devolución de sus preseas.
En las justas olímpicas, este año se dio otra suspensión a nivel colectivo, cuando el equipo australiano de rugby Essendon recibió la negativa a su apelación por el castigo de dos años de inactividad luego de que 34 jugadores se vieran involucrados en el abuso de sustancias.
A principios de 2016, la rusa Maria Sharapova también acaparó los reflectores tras recibir una suspensión de dos años por la Federación Internacional de Tenis (ITF), tras dar positivo por Meldonium, una sustancia que está en el listado de elementos prohibidos por la AMA.
Tras concluir su participación en el Abierto de Australia, la exnúmero uno del mundo admitió haber ingerido Meldonium; después de analizar el caso, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) decidió reducir el castigo a la raquetista a 15 meses, quien podrá volver a competir en abril de 2017.
El deporte mexicano también se vio inmiscuido en un caso de dopaje con la esgrimista Paola Pliego, quien fue acusada de utilizar la sustancia Modafinil, lo que impidió su participación en Río 2016. Sin embargo, en octubre pasado, la Agencia Mundial Antidopaje exoneró del castigo a la especialista en sable, quien regresó a la actividad al cierre de este año.