El segundo día del Mundial de Rusia se vio marcado por juegos que tuvieron su definición de forma agónica. Así, Uruguay e Irán se alzaron con victorias en sus respectivos duelos gracias a goles hacia el final de su respectivo juego.
A primera hora, Egipto y Uruguay se vieron las caras en Ekaterimburgo. “Los Faraones” no contaron con máxima estrella y referente: Mohamed Salah, que aún se recupera al 100 por ciento de la lesión que sufrió en la final de la UEFA Champions League, el 26 de mayo.
Egipto se mostró valiente en defensa y su arquero Mohamed El Shenawy se vistió de héroe en varios embates charrúas.
Cuando todo parecía que el encuentro finalizaría sin tantos, un remate de cabeza de José María Giménez dio los primeros tres puntos a Uruguay, que no ganaba en su debut mundialista desde México 1970.
En el segundo encuentro de la jornada, Marruecos e Irán se encargaron de ofrecer un partido para el olvido. Nulos ataques y poco juego lúcido fueron la constante en este partido.
Fue hasta el minuto 90+5 cuando un centro iraní se encontró con la cabeza del defensa marroquí Aziz Bouhaddouz, que convirtió en contra y significó la derrota de su equipo.