El Instituto de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales (IIHCS) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) promueve que la lucha libre sea patrimonio cultural intangible.
En el auditorio de la Facultad de Farmacia (FF) del campus Chamilpa se realizó el conversatorio “La lucha libre como patrimonio cultural intangible de la ciudad de México”, al que asistieron luchadores retirados que durante décadas se presentaron en la desaparecida Arena Isabel de Cuernavaca.
Fabiola Meléndez, académica del IIHCS, explicó que el encuentro con luchadores, historiadores e integrantes de la Comisión de Lucha Libre de la Ciudad de México, busca entender el proceso que siguieron para lograr que en la capital del país se declarara patrimonio cultural intangible, con el objetivo de replicarlo en Morelos, porque es un tema olvidado por las autoridades, no por los ciudadanos.
“Lo que creemos es que hacen falta espacios de representación, porque la lucha libre está olvidada, no por la gente, sino por las instituciones. Esa es la crítica, hace falta que volteen a ver, es una tradición de familias que tiene auge en el cine en los años cincuenta, que potencializaron su virtud, que habla de semihéroes, que se conjugan con leyendas y mitos y logran una cultura mexicana”, dijo.
José Agustín Sánchez Valdez, redactor del plan de salvaguarda y expediente técnico de la declaratoria de patrimonio cultural intangible, aseguró que el deporte-espectáculo cumple con un función social, psíquica, adaptativa, económica e histórica.
“La lucha libre mexicana promueve la cohesión y la identidad social en lo individual y en lo colectivo; tal estilo de lucha representa y simboliza la identidad cultural contemporánea en la ciudad de México. Representa la lucha libre una plataforma de diferenciación y reconocimiento y lleva en su seno valores y significados que implican la configuración de una memoria colectiva”.
Consideró que en el espectáculo de lucha libre la ilusión es un momento de verdad, pues se trata de un ritual a través del cual se rinde un culto a la lucha eterna entre las fuerzas que se tensan en el equilibrio universal. “La lucha es una representación teatral de la existencia que exige de sus protagonistas conocimiento, técnica, fortaleza física y valor simbólico”, dijo.