“Se han entregado oficios, se han realizado diversos trámites y se han tenido promesas de autoridades, tanto de los anteriores como de las actuales, simplemente dicen que se traspapelaron o se perdieron, lo que indica que las promesas siguen en espera, y sobre todo que no se preocupen, se nos tenga en el olvido”, señaló la profesora Patricia Terán.
Desde el año 2007, en un esfuerzo personal y familiar, se tomó la decisión de trabajar a favor de los niños basquetbolistas en la colonia Progreso, se solicitaron apoyos para mejorar la cancha, y así tener un digno centro de trabajo y formación de niños y jóvenes.
La profesora añadió: “hace dos años se prometió la techumbre con un presupuesto que se tenía por parte del municipio, pero desapareció misteriosamente y no pusieron nada”, por lo que piden que por lo menos parte de los recursos que destinan al deporte, lleguen a este lugar donde son necesarios.
Por el momento, cientos de niños y adolescentes entrenan al aire libre porque la cancha no está techada y cuenta con poca luz, por lo que están preocupados porque viene el tiempo de lluvias. Se trabaja lunes, miércoles y viernes de 4 a 6, de 6 a 7, de 7 a 8 y de 8 a 9 de la noche con más de 100 niños que son de ese lugar, además se tiene escuela de futbol, dijo Paty Terán.
Tanto la profesora como José Alberto Meléndez Chacón, otro de los profesores de la escuela deportiva, señalan que ahora mas que nunca hay que ponerles actividad a los niños y jóvenes para que se alejen de las drogas, pero las autoridades no apoyan.
Paty Terán también comentó: “de esta cancha surgieron jugadores importantes que han formado la selección del estado, tenemos un equipo campeón nacional de los Juegos Deportivos Escolares, realizados en el estado de Guanajuato, en la rama femenil y de diversos títulos estatales, e incluso en los pasados campeonatos nacionales celebrados en Cuernavaca nuestros equipos representaron dignamente al estado y no es justo que nadie haga algo por nuestra cancha”.
Para finalizar afirmaron los profesores que por el momento hay que soportar las inclemencias del tiempo, como el sol, lluvia, viento y la falta de alumbrado, además de un suelo de cemento que sólo recibe una “manita de gato” por los padres de familia y los alumnos, para delimitar las áreas de juego. Se busca seguir trabajando con la finalidad de alejar a los jóvenes de la delincuencia, de la drogadicción, del alcoholismo, que muchas ocasiones desembocan en desintegración familiar y deserción escolar.