En una temporada benéfica para el Córdoba, que ingresó a “play off” por el ascenso gracias a que el Barcelona B no podía pelear por un lugar en primera, fue la afición de Las Palmas la que dio la oportunidad del triunfo al equipo del mexicano.
Lo anterior debido a que luego del empate sin goles en la “ida” de la final de la Liga Adelante, la definición en el estadio de Gran Canaria se vio marcada por la trifulca entre los aficionados locales que festejaron antes del silbatazo final en el campo.
Con marcador de 1-0 en favor de los locales, gracias a la anotación de Antonio Galdeano al minuto 48, los hinchas invadieron el terreno de juego al segundo minuto de compensación, para festejar el ascenso del equipo dirigido por Josico.
Luego de la advertencia del árbitro José María Sánchez Martínez de suspender el partido, los aficionados fueron desalojados para minutos más tarde reanudar los últimos 60 segundos de juego, donde Dávila apagó la euforia del triunfo local.
Al minuto 92 en el reloj, tras la reanudación, el defensa Raúl Bravo disparó y una mala atajada del guardameta de la UD, Mariano Barbosa, dio la oportunidad al mexicano de empujar el esférico para dar el gol de visitante, que puso al Córdoba en primera luego de 42 años.
Con Dávila como “héroe” del partido, los de Albert Ferrer rompieron la racha de 42 temporadas sin jugar en la máxima categoría española, para unirse al ascenso del Eibar y al deportivo.
Por otra parte, Las Palmas no sólo enfrentaron la derrota y haber perdido la oportunidad de jugar en primera, sino también la decepción de una afición que pasó de la euforia a la ira, desatando una batalla campal en la Gran Canaria, donde los ganadores tuvieron que acelerar el paso a vestidores.