El número de personas que intentan cruzar ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos ha disminuido drásticamente este año, en comparación con 2016, según el gobierno de Donald Trump, quien este martes visitará el suroeste del país.
Entre el 1 de enero y el 31 de julio, la patrulla fronteriza estadounidense detuvo a 126.472 personas en el límite sur del país, lo cual supone una disminución de 46% con relación a igual período de 2016, dijo un funcionario del Departamento de Seguridad Interior (DHS).El total de expulsiones bajó porque se redujo la llegada de inmigrantes clandestinos.
Sin embargo, con la nueva política de Trump dirigida a arrestar en territorio estadounidense a quienes hayan violado su estatuto migratorio, se incrementó el número de detenciones y de expulsiones de inmigrantes ilegales por parte del servicio ICE (Immigration and Customs Enforcement).
Según otro funcionario, desde que se firmaron los decretos, el ICE detuvo a más de 91.000 personas que se sabía que estaban en el país ilegalmente o que habían violado su estatus migratorio. Esto supone un aumento de 44% respecto al mismo período de 2016.
Y las expulsiones derivadas de las detenciones del ICE en el interior del país subieron un 32% con respecto al mismo período del año anterior.
“El mensaje es que una vez que alguien llegue (ilegalmente) aquí, va a ser detenido y expulsado del país”, indicó a periodistas el responsable del DHS, durante una conferencia telefónica.
El presidente Trump, que impulsa la construcción de un gigantesco muro en la frontera sur para detener la inmigración ilegal, se reunirá este martes en Phoenix con funcionarios a cargo de la seguridad fronteriza en Yuma (Arizona), muy cerca de México, un área que puede servir para ilustrar la pertinencia del proyecto presidencial.
En esa zona, tras una ley aprobada por el Congreso en 2006, se construyeron 100 kilómetros de valla divisoria, lo que provocó una caída dramática en los intentos de cruce. Pero los críticos señalan que los flujos clandestinos se han trasladado a otras partes de la extensa frontera de 3.100 km que Estados Unidos comparte con México.
No está previsto que el mandatario viaje a la frontera este martes, pero visitará en un hangar un drone Predator, un barco y un camión de vigilancia usado por los funcionarios fronterizos.
La prioridad de Trump es levantar un muro para que la frontera sea hermética, incrementando al mismo tiempo los medios técnicos y la infraestructura para frenar la llegada de ilegales. Para esto, Trump envió al Congreso su proyecto de presupuesto, que será debatido en septiembre después del receso estival.
La monumental obra, empero, parece improbable según muchos, ya que su costo podría llegar a los 21.000 millones de dólares.