Tras las medidas que tomó la administración de Donald Trump contra productos chinos, el Gobierno de Xi Jinping ya planea el nuevo 'golpe'.
China prometió responder a los planes del Gobierno de Donald Trump de imponer aranceles a otros 200 mil millones de dólares de importaciones del país asiático, en un escalamiento de la guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
Beijing afirmó que la última medida de Estados Unidos es un acoso “totalmente inaceptable”, y urgió a otros países a unirse para proteger el libre comercio y el multilateralismo.
China prometió presentar una queja ante la Organización Mundial de Comercio, pero no detalló qué medidas tomaría en represalia.
“China está sorprendida por las últimas acciones de Estados Unidos”, informó el Ministerio de Comercio en un comunicado publicado en su sitio web este miércoles.
“Para proteger el interés del país y su gente, el Gobierno de China está obligado, al igual que en el pasado, a tomar represalias”.
China respondió horas después de que el Gobierno de Trump publicara una lista de miles de productos a los que planea imponer un arancel de 10 por ciento.
La lista incluye desde aspiradoras hasta limpiaparabrisas, pasando por cucharas de plata y cintas para el cabello.
Estados Unidos omitió en la lista productos de alto perfil como los teléfonos móviles.
Las noticias empujaron a la baja a los mercados en Asia, donde las acciones chinas cayeron con fuerza y el yuan se debilitó.
Si las nuevas tarifas propuestas entran en vigor, tras una consulta pública que terminará el 30 de agosto, éstas afectarían a casi la mitad de todas las importaciones que el país recibe desde China.
Algunos miembros del Partido Republicano del propio Trump califican la guerra comercial de poco sabia, y empresas y analistas estadounidenses advierten que puede interrumpir el mayor repunte económico mundial visto en años.
Li Yong, investigador sénior en la Asociación China de Comercio Internacional en Beijing, explicó que una medida de represalia que el país asiático podría usar es adoptar un nuevo plan para atraer más inversión extranjera, pero no de Estados Unidos.
“Estados Unidos cerró la puerta a las negociaciones”, mencionó Li. “Depende de ellos abrirla de nuevo”.
Represalia con China es demasiado grande para la OMC
Al respecto, el embajador estadounidense, Dennis Shea, afirmó que un '"ajuste de cuentas" de las políticas comerciales chinas injustas no puede posponerse más, pero muchos de los problemas más importantes no pueden ser manejados por la Organización Mundial del Comercio.
Según una copia de comentarios preparados para el encuentro bienal de revisión de políticas comerciales chinas, Shea señaló: "Dado el rol muy amplio y creciente de China en el comercio internacional, y el grave daño que causa a sus socios comerciales su enfoque mercantilista en comercio e inversión, este ajuste de cuentas ya no puede posponerse más".