La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha autorizado el uso de emergencia de la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por la farmacéutica Johnson & Johnson y su filial europea Janssen en todos los países del mundo y para su programa COVAX, con el que intenta reducir las desigualdades en el acceso a las vacunas COVID. Se convierte así en la cuarta que recibe el visto bueno del organismo sanitario internacional, después de la de AstraZeneca, Pfizer y Moderna.
Así es la vacuna monodosis de Janssen, la cuarta aprobada por la Unión Europea
Esta vacuna, que solo un día antes recibió la autorización de la Unión Europea, se diferencia de las aprobadas hasta ahora en que su administración tan solo requiere de una dosis, por lo que las autoridades sanitarias esperan que ayude significativamente a agilizar la campaña de vacunación en todo el mundo.
Además, otro punto fuerte es que no necesita congelación para su mantenimiento y puede ser conservada hasta tres meses en condiciones de refrigeración estándar -a temperaturas de entre 2 y 8 grados centígrados-, convirtiéndose así en una firme candidata para su uso en países con una infraestructura de transporte débil e instalaciones insuficientes para mantener con garantías la cadena de frío.
A diferencia de las vacunas de Pfizer / BioNTech y Moderna, la de Janssen no se basa en ARN mensajero, sino que utiliza como vector viral un adenovirus humano modificado genéticamente para expresar la proteína S del coronavirus SARS-CoV-2 y estimular así la respuesta inmune frente a él. Esta técnica es muy similar a la empleada por la vacuna de AstraZeneca y la rusa Sputnik V.