Ambicioso como su rescate por 1.9 billones de dólares, el presidente demócrata de Estados Unidos, Joe Biden, anunció su American Jobs Plan: un proyecto de infraestructura por otros 2 billones de dólares para invertir en carreteras y puentes, cambio climático y servicios humanos como el cuidado de adultos mayores.
La iniciativa de infraestructura de Biden en el American Jobs Plan daría un papel importante en la economía del país y representaría el 20% o más de la producción anual. El Congreso coincide en que se necesitan inversiones de capital, pero están divididos en el tamaño total y la inclusión de programas de servicios sociales.
Biden explicó sobre la infraestructura del American Jobs Plan:
“(EU) es el país más rico del mundo, pero ocupamos el puesto 13 en calidad general de infraestructura. Después de décadas de desinversión, nuestras carreteras, puentes y sistemas de agua se desmoronan. La red eléctrica es vulnerable a cortes catastróficos. Demasiados carecen de internet de alta velocidad asequible”.
Un proyecto sin igual
- Será la mayor inversión en empleos desde la Segunda Guerra Mundial
- “Nos hará más competitivos y promoverá intereses de seguridad nacional”
- Ocasionará ventajas de competencia mundial con China en próximos años
El American Jobs Plan de Biden aumentaría la tasa impositiva corporativa del 21% al 28%, y cambiaría el código tributario para cerrar lagunas que permiten a empresas trasladar ganancias al extranjero. La infraestructura se distribuiría en un período de ocho años, y apunta a pagarlo todo en 15 años.
La Casa Blanca de Washington D.C. agregó en un comunicado de prensa:
“La infraestructura del American Jobs Plan de Biden unificará y movilizará al país contra crisis climática y las ambiciones de China. Invertirá, brindará trabajos y oportunidades. Abordará la injusticia racial persistente. El plan tendrá beneficios para el clima y se crearán infraestructuras limpias para comunidades desfavorecidas”.
También se pedirá al Congreso asignar 400 mil millones para expandir el acceso a la atención domiciliaria o comunitaria asequible, para estadounidenses mayores y personas con discapacidad. Está dirigido a trabajadores “mal pagados y subvalorados” en esa industria, “que son desproporcionadamente mujeres de color”.