Los cuerpos de dos periodistas españoles y un activista ambiental irlandés asesinados a principios de semana en Burkina Faso llegaron el viernes por la mañana a una base militar cercana a Madrid.

El avión de la fuerza aérea española, un Airbus 310 que había despegado por la noche de la capital burkinesa Uagadugú, aterrizó sobre las 09H00 (07H00 GMT) en la base de Torrejón de Ardoz, al este de la capital española.

A bordo se encontraban los restos mortales de los periodistas españoles David Beriáin y Roberto Fraile y del irlandés Rory Young, presidente de una oenegé dedicada a la protección de la fauna salvaje.

Sus cuerpos habían llegado al aeropuerto de Uagadugú en tres ataúdes de madera, con sus respectivos nombres inscritos, y fueron cargados directamente al avión militar, en una operación supervisada por el cónsul español en este país de África occidental.

A su llegada a España fueron recibidos por las ministras españolas de Asuntos Exteriores y de Defensa, Arancha González Laya y Margarita Robles, que presenciaron como los ataúdes de los tres asesinados eran cargados en los hombros de 24 oficiales del Ejército del Aire español.

A la recepción también asistió la embajadora de Irlanda en España, Síle Maguire.

En un primer momento, los tres habían sido dados por desaparecidos después de un ataque el lunes contra el convoy en el que viajaban en el este de Burkina Faso.

El martes, las autoridades de este país informaron que los dos reporteros y el activista fueron “ejecutados por los terroristas”.

Sus restos fueron transportados en helicóptero a la capital burkinesa antes de ser repatriados hacia Europa.

Los tres hombres acompañaban una patrulla contra la caza furtiva integrada también por militares y guardabosques burkineses. Los dos reporteros, con una amplia experiencia en situaciones peligrosas, realizaban un documental sobre esa práctica ilegal.

La jefa de la diplomacia española indicó el jueves tener constancia de un comunicado por el que un grupo yihadista reivindicaba el ataque, pero reclamó al gobierno de Burkina Faso una investigación para que “se esclarezcan todos los hechos”.

El país africano se enfrenta desde 2015 a ataques yihadistas que también afectan a Mali y Níger.