Japón anunció este viernes que ampliará el estado de emergencia sanitaria a tres prefecturas más ante la continua propagación de la COVID-19, que ha llevado a niveles récord las cifras en algunas regiones a dos meses y medio de los JJ.OO.
La prefecturas de Hokkaido, Okayama y Hiroshima serán incluidas en la alerta sanitaria desde el domingo y hasta el 31 de mayo, cuando está previsto que finalice el estado de emergencia vigente en otras seis zonas del país: Tokio, Osaka, Kioto, Hyogo, Aichi y Fukuoka.
El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, formalizará la declaración en las próximas horas, tras una reunión del comité de expertos que asesora al gobierno sobre la pandemia y donde pidieron medidas más contundentes por el aumento de contagios de COVID que en la víspera dejó un récord de 712 nuevos casos diarios en Hokkaido.
Los casos de la COVID han aumentado en todo el archipiélago en las últimas semanas y el número de pacientes graves con necesidad de asistencia respiratoria se sitúa en máximos, mientras aumentan los informes de fallecidos en su hogar a la espera de hospitalización por la falta de camas para estos enfermos.
La propagación de cepas más contagiosas y la lentitud de la vacunación en el país están empeorando la situación.
“Será difícil mejorar la situación a menos que adoptemos las medidas más enérgicas posibles”, dijo en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Kyodo Satoshi Kamayachi, directivo en la Asociación Médica de Japón y miembro del citado comité de asesoría.
Por su parte, el ministro de Salud, Norihisa Tamura, ha dicho que “el número de infectados no ha disminuido lo esperado” y ha pedido a los expertos que analicen la situación especialmente en Tokio por si fuera necesario adoptar medidas adicionales.
El estado de emergencia en Japón no conlleva un confinamiento de la población ni toques de queda, aunque se insta a los residentes a evitar salidas no esenciales y a las empresas a que fomenten el teletrabajo para reducir los desplazamientos.
La alerta sanitaria conlleva ciertas restricciones para bares y restaurantes, los que se ha pedido que no sirvan alcohol y cierren a las 20 horas.
Las autoridades también instan a las grandes superficies a reducir su horario comercial o cerrar temporalmente, y a conciertos y eventos deportivos a que limiten la asistencia a 5 mil personas.