Las actividades físicas de intensidad moderada como practicar algún deporte, caminar y andar en bicicleta traen grandes beneficios a la salud, y además pueden ayudar a reducir nuestro impacto ambiental.

Aquí destaca la bicicleta, un sistema de transporte sostenible, sencillo, accesible, fiable, limpio y ecológico que lleva ya más de dos siglos en uso y que además de traer beneficios a la salud, también ayuda a la gestión ambiental, es por eso que la Organización de las Naciones Unidas declaró en 2018 al 3 de junio como el Día Mundial de la Bicicleta.

Uno de sus principales promotores fue el sociólogo polaco-estadounidense Leszek Sibilski, quien encabezó una campaña para visibilizar la necesidad de que la ONU estableciera una conmemoración de este tipo.

Leszek Sibilski, padre del Día Mundial de la Bicicleta

La pasión de Sibilski por la bicicleta no es un secreto, pues estuvo en equipos de ciclismo de pista entre 1971 7 1983, además de que fue campeón junior en sprint y también en categorías de distancia de 500 y mil metros, además de que fue seleccionado nacional de su país. En 1976, fue elegido el Ciclista del Año por el Comité Olímpico Polaco y después de su retiro se mantuvo ligado al deporte profesional.

En 2015, publicó el artículo ‘El Ciclismo es Asunto de Todos’, con el que inició una campaña para establecer un día de la bicicleta. En una primera instancia, recibió el apoyo de la representación de Turkmenistán en las Naciones Unidas, y poco a poco se fueron sumando más países miembros a esta iniciativa.

Finalmente, el 12 de abril de 2018 se llegó a la resolución de establecer el 3 de junio como el Día Mundial de la Bicicleta, respaldada por 193 países, de los cuales 56 fueron copatrocinadores.

¿Por qué se estableció el Día Mundial de la Bicicleta?

Esta conmemoración busca fomentar el uso de la bicicleta como medio para fomentar el desarrollo sostenible, reforzar la educación de los niños y los jóvenes, incluyendo la educación física y la promoción de la salud para prevenir enfermedades, además de que busca fomentar la tolerancia, el entendimiento y el respeto.

El documento publicado por la ONU alienta a que los estados miembros otorguen una atención especial a la bicicleta, en las estrategias de desarrollo intersectoriales y a que incluyan en sus políticas y programas de desarrollo ideas que mejoren prácticas y medios para promover el uso de la bicicleta entre todos los miembros de la sociedad.

También plantea iniciativas encaminadas a organizar rodadas ciclistas a niveles local y nacional, con la finalidad de fortalecer la salud física, mental y el bienestar, además de desarrollar una cultura de la bicicleta entre la sociedad.

Otro punto a destacar en la resolución, es que se pide mejorar e impulsar la seguridad vial y a integrarla en la planificación de infraestructuras de transporte sostenibles, principalmente enfocada a proteger y promover activamente la seguridad peatonal y de ciclistas.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que actividades físicas cotidianas como caminar o andar en bicicleta son el camino para alcanzar la equidad en cuestión de salud. En el caso de comunidades de bajos recursos, la bicicleta puede convertirse en su medio de transporte ideal mientras les ayuda a prevenir afecciones cardíacas, accidentes cerebrovasculares, ciertos tipos de cáncer, diabetes e incluso la muerte.

En diversos reportes, la OMS precisa que el uso de la bicicleta ayuda a proteger las articulaciones y a quemar calorías, combate el dolor de espalda y fortalece el sistema inmunológico, además de que ayuda a reducir los niveles de cortisol, una hormona vinculada al estrés.

A nivel ambientar, satisfacer las necesidades de los ciclistas urbanos y peatones sigue siendo uno de los grandes retos a solucionar, con la finalidad de solucionar los problemas de movilidad en las ciudades, además de mitigar el aumento de emisiones de gases de efecto invernadero debido al crecimiento de la población, y también para mejorar la calidad del aire.