Los reguladores estadounidenses extendieron por seis semanas la fecha de caducidad de millones de dosis de la vacuna de Johnson & Johnson contra el COVID-19.
Un estudio de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) llegó a la conclusión de que la vacuna es segura y eficaz durante cuatro meses y medio. Las autoridades de varios estados habían advertido que muchas dosis en sus depósitos caducarían antes de fin de junio.
La caducidad de las vacunas se determina sobre la base de los datos que los fabricantes presentan a la FDA para demostrar durante cuánto tiempo conservan su eficacia.
En principio la FDA autorizó la aplicación de la vacuna hasta tres meses posterior a la fecha de fabricación si está almacenada con los niveles adecuados de refrigeración, sin embargo la farmacéutica Johnson & Jhonson dijo que la FDA extendió el período a cuatro meses y medio sobre la base de estudios de estabilidad de la vacuna.
La FDA ha revisado las fechas de caducidad de las tres vacunas autorizadas en Estados Unidos a medida que las empresas siguen testeando lotes en los meses siguientes a la salida de los primeros.
La extensión ayudará a mantener la provisión de vacunas al tiempo que la tasa de inoculación sigue cayendo.
Estados Unidos tuvo un promedio de 800 mil vacunaciones diarias hasta la semana pasada, comparado con las 2 millones de aplicaciones hace dos meses.
Los gobiernos estatales han recurrido a una gama de incentivos para alentar la vacunación, desde días de descanso, pagos y hasta premios de lotería de 1 millón de dólares.
A medida que se ralentizan las vacunaciones empieza a quedar claro que difícilmente se alcanzará la meta fijada por el presidente Joe Biden de vacunar al menos parcialmente al 70 por ciento de los adultos para el 4 de julio, el Día de la Independencia.
Alrededor del 64 por ciento de los mayores de 18 años han recibido al menos una dosis, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.