China se burló este martes de los esfuerzos de Estados Unidos para construir una coalición más amplia para contrarrestarla, y calificó a Washington de “realmente muy enfermo”, ya que las economías más grandes del mundo continúan discutiendo sobre todo, desde los derechos humanos hasta las exportaciones de tecnología.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, respondió a los esfuerzos de Estados Unidos para reunir el apoyo de los aliados durante las cumbres del G-7 y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en los últimos días.
Los comentarios representaron la respuesta más directa de Beijing desde que el presidente Joe Biden inició su primera visita a Europa centrada en los esfuerzos para responder al desafío de China al orden global.
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“Estados Unidos está muy enfermo”, subrayó Zhao. “Es mejor que el G-7 le tome el pulso y le recete medicamentos”, declaró.
Anteriormente, la misión de China a la Unión Europea advirtió a la OTAN que el país no se “echaría para atrás” ante ningún desafío. Beijing no representa un “desafío sistémico” para ningún país, según un comunicado publicado este martes en el sitio web de su misión ante la Unión Europea, que agregó que la OTAN no debe exagerar el poder militar de China.
La declaración también instó a la OTAN a seguir adelante con el diálogo y la cooperación, y dijo que el bloque debe trabajar para salvaguardar la estabilidad internacional y regional.
Los comentarios de Beijing se producen después de que el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, aseguró a periodistas que la alianza está “preocupada por las políticas coercitivas de China, que contrastan con los valores fundamentales consagrados en el Tratado de Washington” sobre los que descansa el bloque. Citó el arsenal nuclear en rápida expansión del país, la cooperación militar con Rusia y el uso de la desinformación.
El comunicado publicado después de la reunión de la OTAN mencionó a China 10 veces, en comparación con solo una después de la última cumbre en 2019. Rusia fue nombrada más de 60 veces este año. El documento también dijo que el bloque “mantiene un diálogo constructivo con China siempre que sea posible”.
Washington ha estado buscando construir un frente unido en Beijing, aunque Biden se conformó con una modesta condena en la reunión del G-7 del fin de semana pasado.
Biden había presionado para que el grupo confrontara a China sobre temas como el trabajo forzoso y los abusos de los derechos humanos, y sobre su plan de infraestructura conocido como la Iniciativa de la Franja y la Ruta. También abordó el problema de que China no permite el acceso a sus laboratorios para determinar el verdadero origen del COVID-19.
El comunicado del G-7 pide un estudio “oportuno, transparente, dirigido por expertos y basado en la ciencia” dirigido por la Organización Mundial de la Salud sobre los orígenes de la enfermedad.
Varios líderes, incluida la canciller alemana, Angela Merkel, rechazaron la idea de convertir al G-7 en un grupo ‘anti-China’. Merkel dijo en un momento de la cumbre que “esto no se trata de estar en contra de algo, sino por algo”.
“Es el reclamo del G-7 tener una agenda positiva para muchos países del mundo, que aún necesitan ponerse al día”, indicó.