Y si Estados Unidos, siendo uno de los países con más vacunas aplicadas, se preocupa por la variante Delta.
El aviso de Joe Biden lleva una dirección que ya quisiéramos en muchos países de América Latina: pues resulta que, ante la baja vacunación que se ha reportado en los últimos días, el presidente Biden advierte que la variante Delta del COVID-19 tendrá chance de hacer daño. Sobre todo en las zonas en las que la campaña de vacunación no ha avanzado como se desearía.
“No llegaremos a tener que confinar nada, pero en algunas áreas hará mucho daño”, señaló Joe Biden este fin de semana desde la Casa Blanca.
La variante sobre la que habla el presidente de Estados Unidos (la Delta) es la que anteriormente era conocida como “variante de la India”, pero que ahora cambió de nombre por cuestiones de practicidad (y, claro, para evitar los prejuicios y discriminaciones a gente proveniente de ciertos países asociados con las variantes).
La variante Delta del virus SARS-CoV2 es una de las más contagiosas y, según cálculos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), es la causante del 10% de los casos que se reportan actualmente en territorio estadounidense.
“Esta nueva variante hará que la gente que no esté vacunada esté todavía más vulnerable de lo que estaban hace un mes”, agregó Joe Biden, sin olvidar mencionar que la variante Delta ha sido identificada como “potencialmente más mortal” que otras variantes… sobre todo en la población joven.
El aviso de Biden se da ante la preocupación de que Estados Unidos viva, no una situación dramática como en los periodos más álgidos de la pandemia, pero sí una que lleve a retrasar la reapertura total del país… algo como lo que está ocurriendo en Reino Unido, donde, con todo y vacunación masiva, la variante Delta consiguió pegar duro… porque, igual, hay mucha población que no quiere hacer el “favor” de vacunarse.
Desde que Biden llegó para sustituir a Trump en la Casa Blanca, Estados Unidos ha administrado aproximadamente 300 millones de vacunas… sin embargo, en las últimas semanas la vacunación ha perdido ritmo y eso puede llevar a que la meta de Biden del 70% de la población adulta inmunizada antes del 4 de julio (con la cual llegaría la reapertura total de Estados Unidos) no se cumpla.