Una madre británica ha sido sentenciada a cadena perpetua por matar a su esposo con una mezcla hirviendo de agua y azúcar después de enterarse de que había agredido sexualmente a sus dos hijos.
Los fiscales indicaron que Corinna Smith, de 59 años, de Neston, cerca de Liverpool, vertió el líquido caliente sobre Michael Baines, de 80, mientras dormía en su cama el año pasado. Sufrió quemaduras en más de un tercio de su cuerpo y murió semanas después a causa de sus heridas.
El azúcar "hizo que el líquido fuera más viscoso, espeso y pegajoso, de modo que se quedaba en la piel y causaba un daño mayor", dijeron los fiscales durante el juicio.
Smith, supuestamente "furiosa" ante la noticia del presunto comportamiento depredador de su cónyuge, mezcló dos hervidores de agua con tres bolsas de azúcar antes de atacar a Baines en la cama. Murió en el hospital cinco semanas después después de repetidas cirugías e injertos de piel.
La hija de Smith afirmó que Baines había abusado sexualmente de ella y de su hermano "durante muchos años cuando eran niños". El hermano, Craig, se suicidó en 2007 y había sido encarcelado por agresión.
Ella cumplirá un mínimo de 12 años en la cárcel antes de que pueda ser considerada para obtener libertad condicional.