Cerca de las 8 de la mañana del 11 de septiembre de 2001, el mundo dejó de ser el mismo, pues ocurrió un atentado terrorista organizado por el líder de al Qaeda, Osama bin Laden. Un día antes, el impulsor del mayor ataque recibido por Estados unidos, realizó su última llamada.

Osama Bin Laden, cómo llegó hasta el 11 de septiembre

El 11 de septiembre de 2001, un hombre vio concretarse el objetivo al que había dedicado gran parte de su vida: El atentado contra el país que simbolizaba el capitalismo, los Estados Unidos de Norteamérica. Ese hombre era Osama Bin Laden.

El 10 de marzo de 1957 nació Osama, el hijo número 17 de Mohammed bin Laden y su esposa, Alia Ghanem. A los pocos años de vida, sus padres se separaron, Mohammed, luego tendría 35 hijos más con otras mujeres.

Osama bin Laden creció en Jeddah en Arabia Saudí y se unió a los Hermanos Musulmanes a una edad temprana. El joven Osama fue a Pakistán (y luego a Afganistán) después de la invasión soviética en 1979 y allí conoció a diferentes líderes radicales islámicos.

Con el tiempo, Osama bin Laden consiguió poder dentro del los líderes extremistas y en 1988 fundó al Qaeda, el grupo que 13 años después, tomaría 4 aviones para dirigirlos contra las torres gemelas de Nueva York y el pentágono.

El día antes del 11 de septiembre, la última llamada

El día anterior al ataque terrorista, el jefe del grupo terrorista islámico al Qaeda sabía que podía convertirse en la persona más buscada del mundo. Por esta razón realizó su última llamada, quizás la más importante, para despedirse de su madre.

Alia Ghanem fue muy cercana a Osama bin Laden y en el momento de recibir la llamada se encontraba en Siria, su país natal. Al atender el teléfono, la enigmática voz de su hijo, le hizo entrever que ya no volvería a verlo.

Osama fue muy directo en su llamada. Le informó que lo más probable era que no podría reunirse con ella durante un tiempo largo, porque en pocas horas iba a ocurrir “algo grande” que pondría fin a sus comunicaciones durante mucho tiempo.

Al otro día, en la mañana del 11 de septiembre de 2001, Osama bin Laden, a sus 44 años, se convirtió en el hombre más buscado del mundo.

Su madre, al enterarse sobre los atentados, comprendió que la llamada con su hijo el día anterior, había sido la última vez que oiría su voz. Diez años después, fue localizado y asesinado, el 2 de mayo de 2011 en Pakistán.